Canadá. Divididos entre impulsar crecimiento económico o reducir gasto público. Mientras que el G8 señaló que debido a la actual crisis económica las Metas del Milenio se encuentran en peligro, al finalizar ayer su reunión en Canadá.
El primer día de la Cumbre del Grupo de los 20 (G-20) se inició ayer con profundas divergencias en los puntos de vista entre los ocho países más desarrollados del mundo, los once emergentes y la Unión Europea.
Y es que el cruce de declaraciones dejó evidente que no hay un acuerdo común ante la disyuntiva de potenciar el crecimiento económico–postura defendida por Estados Unidos– o priorizar el ajuste fiscal, donde se muestran partidarios varios de los gobiernos europeos y países como Japón.
No hay consenso
El ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, sostuvo que todavía no existe consenso en el G-20 sobre cuánto reducir el déficit ya que la meta de rebajarlo a la mitad para el 2013 no es realista.
Asimismo, el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, criticó a Europa y Japón por no hacer lo suficiente para estimular la demanda doméstica.
A estas críticas, se le sumó la presidenta argentina, Cristina Fernández, quien sostuvo que el enfoque europeo de recortar el déficit es “absolutamente equivocado”.
Esta reunión tuvo lugar pocas horas después de que los legisladores del Congreso de EEUU llegaran a un acuerdo que, de aprobarse, sería la mayor reforma del sistema financiero estadounidense desde la Gran Depresión de los años 30.
Metas del Milenio en peligro
Ayer también finalizó la reunión del G-8, grupo conformado por los líderes de las ocho naciones más ricas, quienes admitieron que la actual crisis económica ha puesto en peligro los esfuerzos para cumplir todos los objetivos de las Naciones Unidas para la reducción de la pobreza mundial para 2015.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que el G-8 coincide en que ya ha pasado el momento de los estímulos económicos.
Enfrentamientos en Toronto
Unos 10 mil manifestantes se congregaron ayer en el centro de Toronto, Canadá, para protestar contra la cumbre del G-20.
Estos disturbios causaron problemas a algunos de los participantes de la cumbre, como fue el caso del presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, que no pudo llegar a su hotel.
En las disputas, una patrulla de policía fue incendiada y al menos otros cuatro vehículos resultaron dañados.La República.
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