jueves, 9 de mayo de 2013

♣ NACEN LOS PRIMEROS BEBÉS TRANSGÉNICOS EN EL MUNDO


Nacen los primeros bebés transgénicos del mundo

 La revelación de que 30 bebés sanos nacieron después de una serie de experimentos en los Estados Unidos provocó otro fuerte debate acerca de la ética. ¿Cuál es tu opinión? Este avance tiene algo que ver con la ética ¿Cuál ética? ¿De quién?

Hasta el momento, se ha comprobado que dos de los bebés contienen genes de tres "padres" distintos.

Quince niños genéticamente modificados han nacido en los últimos tres años como resultado de un programa experimental en el Instituto de Medicina Reproductiva y Ciencia de San Bernabé, en Nueva Jersey, EEUU. Los bebés nacieron de mujeres que tenían problemas para concebir. Los genes extra de una donante femenina se insertaron en sus huevos antes de que fueran fertilizados, en un intento para que lograsen concebir.

Pruebas de huellas genéticas digitales efectuadas en dos niños de un año de edad confirman que han heredado el ADN de tres adultos – dos mujeres y un hombre.

El hecho de que estos niños hayan heredado genes extra, y los han incorporado a su "línea germinal" significa que, a su vez, tienen la capacidad de transmitirlas a sus propios hijos.

La alteración de la línea germinal humana – de hecho, retocar la estructura de nuestra especie – es una técnica rechazada por la inmensa mayoría de los científicos del mundo.
Los genetistas temen que un día, este método podría ser utilizado para crear nuevas razas de humanos con deseadas características extras, tales como la fuerza o la inteligencia superior.

Escribiendo en la revista <>, los investigadores, dirigidos por la pionero en fertilidad, el Profesor Jacques Cohen, dice que este "es el primer caso de la modificación genética germinal humana que resulta en niños normales y sanos.

Algunos expertos criticaron severamente los experimentos. Lord Winston, del Hospital Hammersmith en el oeste de Londres, dijo a la BBC ayer: "En cuanto al tratamiento de la infertilidad, no hay evidencia de que esta técnica vale la pena (hacerlo). . . Estoy muy sorprendido de que incluso se llevó a cabo en esta etapa. Sin duda, no se permitirá en Gran Bretaña.”

John Smeaton, director nacional de la Sociedad para la Protección de los Niños no Nacidos, dijo: "Uno tiene gran simpatía por las parejas que sufren problemas de infertilidad. Pero esto parece ser un ejemplo más del hecho de que el proceso de la fecundación in vitro, como un medio de concebir, encamina que se considere a los bebes como objetos en una línea de producción.”

"Es un paso más allá para la humanidad, además de ser muy preocupante, por el camino equivocado." El profesor Cohen y sus colegas diagnosticaron que las mujeres eran infértiles porque tenían defectos en las estructuras diminutas de sus óvulos, llamados mitocondrias.
Ellos tomaron óvulos de donantes y, con una aguja fina, aspiraron parte del material interno – que contiene mitocondrias "saludables" - y lo inyectaron en los óvulos de las mujeres que querían concebir.

Debido a que mitocondria contiene genes, los bebés que resultaron del tratamiento han heredado el ADN de las dos mujeres. Estos genes ahora se pueden pasar por la línea germinal a lo largo de la línea materna.

Un portavoz de la Autoridad de Fertilización Humana y Embriología (HFEA por sus siglas en ingles), que regula la tecnología de "reproducción asistida" en Gran Bretaña, dijo que no autorizaría la técnica aquí porque se trataba de modificar la línea germinal.

Jacques Cohen es considerado como un científico brillante pero controvertido que ha empujado los límites de las tecnologías de reproducción asistida. Desarrolló una técnica que permite a los hombres infértiles a tener sus propios hijos, mediante la inyección de ADN de esperma directamente al óvulo en el laboratorio.

Antes de esto, sólo las mujeres infértiles eran capaces de concebir mediante fertilización in vitro. El año pasado, el profesor Cohen dijo que su experiencia le permitiría clonar niños – una perspectiva tratada con horror por la comunidad científica dominante.

"Sería el trabajo de una tarde para uno de mis estudiantes," dijo, y agregó que había sido contactado por "al menos tres personas que deseen crear un niño clonado, pero había rechazado sus peticiones.
[ Fuente: The Daily Mail] 

domingo, 5 de mayo de 2013

♣ LAICIDAD Y LAICISMO


Para el debate

Laicidad y laicismo
Por Alberto Adrianzén

Hace unos días un comunicado de la presidenta del Concytec, en el que muestra su preocupación por la “proliferación de imágenes religiosas” en la institución que imparte las políticas nacionales en ciencia y tecnología, y en el que recuerda el carácter laico de nuestro Estado, ha puesto en el tapete, una vez más, el debate sobre la laicidad de la sociedad y Estado peruanos.

Esta es una vieja polémica que, hasta ahora, nuestra sociedad y tampoco el Estado han podido zanjar ni aclarar. Por el contrario, en estos últimos tiempos hemos visto cómo posiciones religiosas, muchas veces extremistas e integristas, interfieren en la política nacional y en la vida privada de los ciudadanos, buscando imponer determinadas ideas religiosas que, más allá de que sean respetables o no, van, justamente, contra el carácter laico de nuestro Estado.

El miércoles 1 de mayo, el abogado Reynaldo Bustamante Alarcón, en una nota editorial publicada en El Comercio, confunde al lector sobre este tema, defendiendo posiciones que, en lugar de aclarar, más bien esconden posiciones confesionales y conservadoras.

El articulista, mediante un sofisma que es también una “leguleyada”, intenta contraponer equivocada e interesadamente “laicidad” con “laicismo” cuando explica que laicidad “es una garantía de la tolerancia, propia de las sociedades democráticas”, mientras que laicismo, “en cambio, es la negación de todo contacto religioso, el rechazo de cualquier argumento o manifestación religiosas…”. Con estas definiciones, que más parecen una “cantinflada”, Bustamante construye una suerte de muñeco a su medida para argumentar a favor de un Estado confesional y no laico.

Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), laicidad es la “condición de laico” y también el “principio de separación de la sociedad civil y de la sociedad religiosa”, mientras que laicismo es la “doctrina que defiende la independencia del hombre o de la sociedad, y más particularmente del Estado, respecto de cualquier organización o confesión religiosa”. Como se puede observar las definiciones no son contrapuestas, como pretende o supone Bustamante, sino secuenciales. La segunda es consecuencia de La Primera.

Bustamante, al fabricar una contraposición, por lo demás arbitraria y artificial, intenta, en la práctica, prohibir el laicismo y dejarnos a la “laicidad” como una garantía abstracta que no se puede ejercer porque atentaría contra la tolerancia. En realidad, la “laicidad” no es, como él afirma, “la negación de todo contacto religioso”, es, como hemos señalado, el principio de separación entre sociedad civil y sociedad religiosa. Por lo tanto la “laicidad” no prohíbe ni tampoco niega “todo contacto religioso” sino que más bien, al separar el Estado de la religión, garantiza el respeto y tolerancia de cualquier fe religiosa.

Las creencias religiosas, para que sean respetadas y toleradas en una sociedad, deben estar ubicadas o situadas en el ámbito privado. La condición para que ello sea posible es que el Estado no tenga preferencia ni tampoco opte por una creencia religiosa. En realidad, el laicismo, antes que una prohibición o una propuesta agnóstica o atea, como sugiere equivocadamente una sentencia del Tribunal Constitucional citada por Bustamante, es la garantía de un necesario pluralismo religioso en una sociedad.

Lo que esconde la propuesta de Bustamante es un solapado “clericalismo”. Estamos por tanto ante un contrabando ideológico, porque una cuestión es tener una imagen en nuestro escritorio o nuestra casa, que es algo privado y respetable, y otra, es instalar imágenes en espacios públicos donde converge una pluralidad de individuos creyentes de diversas religiones y no creyentes.

Si para un creyente es una ofensa quitar una imagen religiosa de un espacio público, para un no creyente o un evangélico, tenerla puede ser también una ofensa. En ese contexto el espacio público laico, que no es neutral frente a la diversidad religiosa sino que se define por aceptar la pluralidad y no “por la negación de todo contacto religioso”, es la garantía del respeto a esa diversidad y pluralidad de creencias y no creencias religiosas.

En el Perú, durante mucho tiempo, los representantes del catolicismo -y ahora de otros credos- han abusado, ya sea por su masividad, por sus contactos políticos o por otros factores, de una situación de privilegio. Durante décadas, por ejemplo, las llamadas corrientes “protestantes” no solo fueron prohibidas, sino también perseguidas. Esto demuestra una intolerancia que atenta contra el carácter democrático, pluralista y laico de nuestro Estado. En estos días el sector más conservador de las diversas religiones nos quiere imponer sus ideas y creencias, definir nuestro comportamiento en ámbitos privados y hasta, incluso, en la forma en que debemos ejercer nuestra sexualidad.

Por eso, la decisión de la presidenta del Concytec, además de valiente, me parece pertinente y correcta, ya que no solo garantiza la pluralidad religiosa en esa institución estatal, sino que también actualiza un tema que es necesario debatir públicamente, especialmente ahora cuando vivimos una ofensiva conservadora de los sectores más integristas. Finalmente, confieso ser un “creyente” en que el Estado laico es uno de los componentes esenciales de la democracia moderna. (La Primera)