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WASHINGTON [EFE]. La Agencia Central de Inteligencia (CIA, por su sigla en inglés) reconoció ayer que , en el 2001, derribó por error en el Perú una avioneta en la que murieron dos civiles, como parte de una operación antinarcóticos que estuvo plagada de fallos y por la que 16 agentes recibieron penas administrativas.
El informe, de 300 páginas, que realizó la oficina del Inspector General de la CIAel 25 de agosto del 2008, fue difundido bajo la Ley de Libertad de Información (FOIA, por su sigla en inglés), según informó ayer “The New York Times”.
El documento, publicado en la página web del diario, revela que hubo “violaciones en los procedimientos” de los 15 derribos de aviones en los que participó la CIA bajo el programa de interceptación aérea entre 1995 y 2001.
El programa empezó durante el mandato del presidente Bill Clinton, en 1995, y estaba diseñado para detener el envío de cocaína desde el Perú y Colombia hacia Estados Unidos. Fue paralizado el 20 de abril del 2001 tras el derribo de una avioneta de una asociación evangélica que llevaba misioneros estadounidenses de Brasil a su base de operaciones en Iquitos, Perú, que ahora se sabe fue por error.
VÍCTIMAS COLATERALES
En el ataque murieron la misionera Veronica Bowers y su hija, Charity, además el piloto Kevin Donaldson resultó gravemente herido. En la avioneta también viajaban el marido de Bowers y su hijo, que no resultaron heridos.
El informe señala, entre las irregularidades detectadas, que hubo una falta de identificación de que no trataba de una avioneta con droga; fallos en la cadena de comunicación en los mandos y se afirma que no se produjeron los disparos obligatorios de advertencia y se procedió al derribo sin dejar el tiempo prudencial que exige el reglamento.
El Gobierno Estadounidense indemnizó a los familiares de las víctimas con 8 millones de dólares para evitar una acción judicial.
La Agencia Central de Inteligencia (CIA, por su sigla en inglés) reconoció ayer que , en el 2001, derribó por error en el Perú una avioneta en la que murieron dos civiles, como parte de una operación antinarcóticos que estuvo plagada de fallos y por la que 16 agentes recibieron penas administrativas.
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