Edmundo Cruz y Jonathan Castro.
“La investigación de la relación Fujimori-Montesinos se ha centrado en los aspectos delictivos, en las pruebas judiciales y el dinero en juego, pero todo eso está montado sobre una base emocional. ¿Cuál es el secreto de esa relación? No se conoce, porque ambos han guardado silencio sobre este punto”, advierte el periodista Luis Jochamowitz, autor del libro Vladimiro, vida y tiempo de un corruptor.
Lo que sí se conoce y se ha investigado son los escenarios de convivencia donde esa relación se empezó a construir, incluida toda la familia Fujimori. Jochamowitz ha realizado el estudio más acucioso sobre la convivencia en el SIN (Servicio de Inteligencia Nacional), el escenario donde el dúo llegó a la cumbre de su poder.
¿Cómo fue ese trabajo, Luis Jochamowitz?
–Fui al SIN en el 2001. Hacía varios años que la dupla ya no vivía allí, el régimen había caído. Me sentí un arqueólogo. Los arqueólogos van a un sitio que no tiene vida, que ha sido abandonado, y de la observación deducen qué sucedió.
¿Qué encontró?
Una escalera de ingreso de una ostentación asombrosa. Con detalles demoníacos, un pasamanos tallado con incrustaciones de cobre y bronce, un trabajo de artesanía carísimo. Imaginar que el Estado peruano gastara tanto dinero en tallas de pasamanos para una oficina militar era absurdo.
¿Dónde montaron la residencia para la familia presidencial?
En el segundo piso. A la mano derecha se construyó el ala de los Fujimori y a la mano izquierda estaba el ala burocrática. Montesinos tenía oficina, dormitorio, baño privado con mayólica negra, teléfono en la ducha y televisión. Más una habitación abarrotada de maletas con ropa que compraba compulsivamente y ni siquiera abría.
¿Quién la construyó?
Ha debido ser un arquitecto militar, por el tipo de instalaciones. Pero se hizo con la participación de Fujimori. El baño era un exabrupto, un caso extraño de boato y despliegue medio romano. El cuarto de gimnasia de Kenji era el espacio más grande del segundo nivel con piso de parquet. Se hizo un solarium misterioso. El solarium es un lugar donde cae el sol y en realidad todo lo que no tenga techo es un solarium, pero en este caso fue construido ex profeso.
Ha debido ser un arquitecto militar, por el tipo de instalaciones. Pero se hizo con la participación de Fujimori. El baño era un exabrupto, un caso extraño de boato y despliegue medio romano. El cuarto de gimnasia de Kenji era el espacio más grande del segundo nivel con piso de parquet. Se hizo un solarium misterioso. El solarium es un lugar donde cae el sol y en realidad todo lo que no tenga techo es un solarium, pero en este caso fue construido ex profeso.
¿El dormitorio de Montesinos estaba distante de la habitación de la candidata Keiko?
Estaba cruzando el pasadizo a lo ancho. No deben ser más de 10 metros. Pero, la distancia no es tan significativa, lo que cuenta es la convivencia cercana, diaria.
Se sabe que la construcción se decidió el 13 de noviembre, el día que el general Jaime Salinas Sedó intentó derrocar al régimen.
Lo cierto es que el proyecto fue hecho a gran velocidad, coincidió con el traslado masivo de personal al SIN y la compra de una flota cuantiosa de automóviles, fue una cosa acromegálica. Convivieron unos 3 años. Fue el momento de mayor intensidad en la relación de Montesinos y Fujimori, pero parece ser que se produjo un hartazgo del uno con el otro, quizás más de Montesinos hacia Fujimori.
Se sabe que la construcción se decidió el 13 de noviembre, el día que el general Jaime Salinas Sedó intentó derrocar al régimen.
Lo cierto es que el proyecto fue hecho a gran velocidad, coincidió con el traslado masivo de personal al SIN y la compra de una flota cuantiosa de automóviles, fue una cosa acromegálica. Convivieron unos 3 años. Fue el momento de mayor intensidad en la relación de Montesinos y Fujimori, pero parece ser que se produjo un hartazgo del uno con el otro, quizás más de Montesinos hacia Fujimori.
¿Qué pasó?
Habrán pensado: ya es suficiente, ya hicimos lo que teníamos que hacer. O se cansaron el uno del otro. Esa es la sensación que recogí de la gente. Pero, ninguna de las dos partes ha contado los pormenores, no digamos los grandes crímenes, los desfalcos, sino los detalles. Pregúntenle a Keiko dónde almorzaban, si veía a Montesinos todos los días, si las propinas del tío Vladi eran de 100 o 20 soles.
Habrán pensado: ya es suficiente, ya hicimos lo que teníamos que hacer. O se cansaron el uno del otro. Esa es la sensación que recogí de la gente. Pero, ninguna de las dos partes ha contado los pormenores, no digamos los grandes crímenes, los desfalcos, sino los detalles. Pregúntenle a Keiko dónde almorzaban, si veía a Montesinos todos los días, si las propinas del tío Vladi eran de 100 o 20 soles.
El SIE, el SIN, eran ambientes de lo más inapropiados para criar a los hijos.
Yo le reconozco a Fujimori una dedicada atención por sus hijos, me parece que es lo más sincero, casi lo único sincero que tiene. Sin embargo, los lleva a vivir a esos lugares. Realmente es siniestro. En el SIE había hornos a una distancia de tiro de piedra de donde vivían sus hijos, y en el SIN había un calabozo interno. Era una atmósfera no apta para criar niños, para formar una familia. No me lo imagino, lo que te da una imagen de la mentalidad de Fujimori.
En un pasaje fascinante de su libro habla de una coordinación hasta de horarios entre Fujimori y Montesinos, dormían de 3 de la tarde a 7 de la noche y se reunían de 12 de la noche hasta las 4 de la mañana. Y pregunta, “¿qué discutían durante esas horas?
La coordinación llegó a ese extremo para dirigir al país en las horas de la madrugada. Ese es un aspecto que no se ha observado lo suficiente. Había en el fondo una base emocional, no diré amical pero sí un entendimiento psicológico, una empatía, un disfrute que ha sido la base de todo.
La coordinación llegó a ese extremo para dirigir al país en las horas de la madrugada. Ese es un aspecto que no se ha observado lo suficiente. Había en el fondo una base emocional, no diré amical pero sí un entendimiento psicológico, una empatía, un disfrute que ha sido la base de todo.
Montesinos fue cercando a Fujimori para que traslade el centro de poder del Círculo Militar a Palacio de Gobierno, de Palacio al SIE, del SIE al SIN.
Sí, escenarios donde él tiene el dominio absoluto. El primer acercamiento fue llevarlos al Círculo Militar, ya tenía allí la llave de la puerta. Cuando hablo con gente cercana, Montesinos es definido como un jefe de seguridad. Esa acumulación de poder va in crecendo. El SIN es la apoteosis.
Testimonios
Kenji. El menor de los Fujimori, y su perro “Puñete”, ingresaba a menudo a su oficina y le desconfiguraba su computadora ”, declaró Rafael Merino Bartet, asesor de la Alta Dirección del Servicio de Inteligencia (SIN).
Keiko. Realizaba a menudo reuniones sociales con sus amigas en los ambientes del SIN. Y Hiro, el segundo de la dinastía, hacía lo propio con su guitarra eléctrica, según el mismo asesor Rafael Merino Bartet.
Menú de residencias
JUNIO, 1990. Alberto Fujimori electo presidente y su familia se alojan en el Círculo Militar, ante supuesta amenaza de atentado terrorista.
28 JULIO, 1990. Familia presidencial se instala en Palacio de Gobierno.
30 ABRIL, 1991. Un cohete instalaza lanzado a Palacio no explota, pero motiva mudanza al SIE, en el Pentagonito. Fujimori, Susana e hijos ocupan el segundo piso.
13 NOVIEMBRE, 1992. Intento de rebelión del general Salinas Sedó lleva a decidir la construcción de la residencia presidencial en el SIN. Los Fujimori sin Susana Higuchi se trasladan en 1993.
1993. Keiko Fujimori viaja a seguir estudios en los EE.UU., pero tiene asignada una habitación en el SIN. Hasta 1997, sus estudios son pagados con fondos del SIN. Por un total de 94 mil 881 dólares. Peritaje de la Contraloría General de la República.
Escritor Luis Jochamowitz recrea los escenarios siniestros en los que el ex presidente crió a sus hijos. Cuando ocurrieron los atentados de Barrios Altos y La Cantuta, Keiko Fujimorivivía en el SIE.
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