Informe elaborado por Carlos
Villacorta Valles
El jueves 5 de julio, en la ONU, ROB VOS / principal autor del "Estudio económico y social mundial 2012: En busca de nueva financiación para el desarrollo"/ planteo: "Es tiempo de buscar otras maneras de hallar recursos para financiar las necesidades de desarrollo y abordar los crecientes desafíos mundiales, como el combate al cambio climático". Esta propuesta se dio en el marco del Foro sobre Cooperación para el Desarrollo, que finalizó el viernes 6 en la sede de la ONU.
Frente al planteamiento, la ONU
lamentó que muchas naciones donantes continúen sin cumplir su compromiso de
financiar los objetivos para el desarrollo del milenio aportando 0,7 por ciento
de su producto interno bruto (PIB).
Las empresas multimillonarias del
mundo se comprometieron seriamente a combatir la pobreza extrema. En 1995 la
ONU acordó en Copenhague reducir a la mitad la extrema pobreza, respecto a los
niveles de 1990 aumentando el ingreso per cápita un 3,6% anual (WB-IDM02). Para
ello se comprometieron a ir destinando hasta el 0,7% del PIB en programas de
desarrollo. Ese mismo año la FAO en Roma, se comprometió a reducir para el 2015
a la mitad el hambre en el mundo.
Según la ONU, faltan 167.000
millones de dólares de asistencia oficial al desarrollo, lo que dificulta el
trabajo de varias agencias involucradas en el logro de objetivos contra la
pobreza, las enfermedades mortales y el cambio climático.
Expertos que llevaron a cabo la
investigación para recaudar dinero, consideran que hay potencial para recaudar
unos 400.000 millones de dólares cada año gravando las emisiones de dióxido de
carbono en los países industrializados. Un impuesto de 25 dólares por tonelada
permitiría juntar unos 250.000 millones de dólares anuales, que serían
recolectados por las autoridades nacionales pero se asignarían a la cooperación
internacional.
Actualmente, hay por lo menos
1.225 multimillonarios en 58 países, según la revista Forbes. Solo en Estados
Unidos viven más de 400.
Tres
ciudadanos estadounidenses -Bill Gates, Paul Allen y Warren Buffett- poseen,
juntos, una fortuna superior al PIB de 42 naciones pobres, en las cuales viven
600 millones de habitantes! ("Grito de los Excluidos"
2000). Y Bill Gates sigue vendiendo el software* carísimo.
Sin embargo desde que apareció la
propiedad privada sobre la tierra y dividió al mundo en ricos y pobres desde el
esclavismo, feudalismo y ahora capitalismo, los ricos siempre han dicho: “el mejor pobre es el pobre muerto”. A
ellos no les interesa la vida de los demás, por eso pagan bajos salarios,
venden caros sus productos y despiden trabajadores para ahorrar costos y hacerse
más ricos.
Yanacocha por ejemplo, hace 20 años que se
lleva el oro de Cajamarca y esta región es la más pobre del Perú.
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