EL MUNDO RECIBIÓ EL 2009 A LO GRANDE

ALEGRÍA. Todos los países celebraron de acuerdo con sus costumbres la tradicional fiesta de año nuevo El mundo recibió 2009 a lo grande Australia y Nueva Zelanda fueron los primeros en festejar Millones de personas bailaron y recibieron con fe la llegada de 2009 Nueva Zelanda y Australia fueron los primeros países en celebrar la llegada del año 2009 con una salva de sirenas y fuegos artificiales que congregaron a más de un millón 500 mil personas. Entre gritos de júbilo y abrazos, los australianos festejaron la primera fiesta multitudinaria del año y la alegría se extendió conforme pasaban las horas, a todos los rincones del mundo. En Auckland, la capital de Nueva Zelanda, se inició este recorrido de celebraciones. En esta ciudad, por su diferencia horaria, empezó a las 10 de la mañana (hora de Lima) la fiesta de año con un ruidoso toque de sirenas de las embarcaciones que se encontraban ancladas en el puerto neozelandés.

Dos horas después, Sidney (Australia) se sumó a la fiesta, al recibir el Año Nuevo con fastuosos fuegos artificiales que iluminaron toda la bahía de Sidney. Ahí se reunieron más de un millón y medio de personas para ver el espectáculo de 5,000 kilos de fuegos artificiales. Este alarde de la pirotecnia tuvo al tradicional teatro de la ópera de esa ciudad como escenario principal. Más tarde fue el turno de Singapur, donde 250,000 personas acudieron a Marina Bay para dar la bienvenida a 2009 y presenciar el espectáculo pirotécnico, mientras en el río se soltaron decenas de miles de esferas que iluminaron el cielo durante unos minutos.

Las celebraciones continuaron en todas partes del mundo conforme transcurrían las horas. En Nueva York (EE UU) más de un millón de personas asistieron a la céntrica Times Square para observar el tradicional descenso de una bola gigante iluminada que marcaba la cuenta regresiva de los últimos segundos del año.

En Río de Janeiro (Brasil), 24 toneladas de fuegos artificiales, dos millones de personas y 20 minutos de show inspirado en los cuatro elementos de la naturaleza: aire, tierra, fuego y agua, dieron vida y colorido al advenimiento del Año Nuevo. Así, el mundo acogió a lo grande y con optimismo el nuevo año, a pesar de la recesión anunciada para 2009.