jueves, 15 de enero de 2009

LOS COLORES JUEGAN UN PAPEL IMPORTANTE EN LA FORJA DE LA PERSONALIDAD DE LOS NIÑOS(AS)

Los niños y los colores de los juguetes Un estudio reciente toma en consideración el color de los juguetes a la hora de comprarlos. La razón, puede influir en la personalidad y el temperamento del niño. En esencia los colores. Por ejemplo, los juguetes rojos indican dinamismo e incitan al movimiento en los niños, es por eso que, se aconseja comprarles a los niños tranquilos que necesitan actividad, refiere el coordinador del Comité de Seguridad y Prevención de Accidentes de la Asociación Española de Pediatría (AEP), el doctor Jordi Mateu. "En el lado contrario se situarían los de color azul que parece que favorecen la relajación y ayudan a dormir y se aconsejan a niños activos e irritables.
Los juguetes amarillos mejoran la concentración y ayudan al desarrollo de la inteligencia
mientras que los de color naranja denotan alegría y fomentan la actividad. Los primeros serían adecuados para niños con dificultades de concentración y los segundos para aquellos que pasan por una etapa de cierta tristeza.
Finalmente, los de color blanco parece que promueven el descanso y la relajación", agrega. FACTORES A CONSIDERAR Ya sabe para adquirir un juguete tiene que considerar el color, tener en cuenta la edad de los niños, recuerden que los nuevo obsequios debe estimular y dotar de aprendizaje. "En los primeros años de vida y para motivar la afectividad del niño se aconsejan juguetes como muñecos, ositos y otros animales.
Para estimular su motricidad, juguetes como pelotas, bicicletas coches con pedales, juguetes de construcciones", manifiesta el psiquiatra infantil y miembro de la AEP, el doctor Paulino Castells. Del mismo lado "para estimular su sensibilidad y expresión hay que proporcionar a los niños juguetes musicales, sin olvidar aquellos que se puedan montar y desmontar o de preguntas y respuestas que estimulan su capacidad mental (de cuerda, viento o percusión)", expresa el experto. Los miembros de la AEP recuerdan que, fundamentalmente, hay que tener en cuenta siempre aspectos como la seguridad. Sobre todo en el caso de aquellos juguetes que por su forma y medida no sean adecuados a la edad del niño; aquellos que pueden desmontarse en piezas pequeñas que el niño puede introducirse en la boca y en otros orificios naturales; los que están deteriorados o con algún defecto en su construcción, y, por ultimo, los que transfieren energía. En cuanto a los juguetes electrónicos o videojuegos, recuerdan que son recomendables cuando el niño alcanza la adolescencia, pero advierten de que en esta etapa cuando los padres deben estar más pendientes del juego sus hijos y del contenido de los mismos. "Mientras se utilicen con mesura, no más de dos horas al día, no suelen tener ninguna connotación negativa, sino al contrario, pueden ayudar a medir las habilidades del jugador y acrecentar la autoestima del niño", explica Castells. En caso contrario, alertan de que los menores que abusan de estos juegos presentan cierta fragilidad en su personalidad, ya que "son inhibidos, introvertidos e inseguros, y pueden llegar a desconectarse del mundo real". EL DATO
Los juguetes son una fuente de estimulación durante el crecimiento del niño, favoreciendo el desarrollo de las funciones psíquicas, físicas, afectivas y sociales del niño.

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