La semana pasada 140 jefes de Estado se reunieron en Nueva York convocados por las Naciones Unidas (ONU) para revisar los trabajos hechos durante la última década en la lucha contra la pobreza extrema, el hambre, la enfermedad y la desigualdad, en el marco de si se cumplieron los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) aprobado hace más de 10 años atrás en la Cumbre de Dakar.
El presidente del Banco mundial, Robert Zoellick, admitió que en 2010, 65 millones de hombres y mujeres adicionales cayeron en estado de pobreza en el mundo, y que 1.5 millón de niños corren el riesgo de morir antes de haber cumplido cinco años en el 2015. LOS NIÑOS LOS MÁS AFECTADOS Y VÍCTIMAS INOCENTES DE LA RIQUEZA IMPROPIA.
La portavoz de Oxfam ha señalado también que “de los 25,000 millones de dólares prometidos en 2005, sólo han recibido 11,000 millones de dólares hasta la fecha” y pidió a los países ricos que den un mejor trato a los países africanos en el terreno comercial y la adaptación a los efectos del cambio climático.
En conclusión, el compromiso de lucha contra la pobreza no se ha cumplido, por el contrario la pobreza avanza lo dijo el Presidente del Banco Mundial. No es cualquiera.
Por tanto la cumbre de lucha contra la pobreza que acaba de terminar según Jaime Atienza, portavoz de la sección española de la ONG Intermon Oxfam: la cumbre sin “una declaración sin plan de acción” deja a la cumbre como “un espejismo más bien retórico”. Es decir una cumbre más que importa, si los pobres no importan.
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