Amnistía Internacional instó a los gobiernos de América Latina a dejar de dar prioridad a los proyectos de desarrollo sobre los derechos de los pueblos indígenas, vulnerando su derecho a la vida y a la existencia.
“Resulta alarmante comprobar cómo se violan continuamente los derechos humanos de decenas de millones de personas indígenas en toda América”, declaró Susan Lee, directora del Programa Regional para América de Amnistía Internacional, a pocos días de celebrarse el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. “Tras siglos de abusos y discriminación, su supervivencia cultural y física se encuentra ahora en peligro porque no hay suficiente voluntad política para reconocer, respetar y proteger los derechos de los pueblos indígenas cuando estos se consideran un obstáculo para el crecimiento económico”, argumentó.
Lee señaló que el crecimiento de las industrias agrícola y extractiva, la introducción de grandes proyectos de desarrollo -como embalses y carreteras en tierras indígenas- representan una amenaza considerable y creciente para estos pueblos.
En todo el continente americano, se percibe a los pueblos indígenas como un estorbo para los intereses comerciales, por lo que los amenazan, los desalojan por la fuerza, los desplazan y hasta los matan en su afán por explotar los recursos naturales de las zonas en las que viven, denunció la representante de Amnistía Internacional.
Ejemplo de ello es el Brasil, donde prosigue la construcción de la presa de Belo Monte en el río Xingu, en la Amazonía, a pesar de un fallo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que ordenó su paralización hasta que se evalúe exhaustivamente su impacto sobre las comunidades indígenas locales. La Primera.
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