Paco Moreno (Editor) | Enfoque | pmoreno@diariolaprimeraperu.com
En junio del 2009, nativos de la región Amazonas gritaban “¡soy awajún!”, y protestaban contra decretos legislativos lesivos a sus intereses. No decían “soy peruano”, decían “¡soy awajún!”. El presidenteAlan García no supo conversar con ellos, no supo dialogar, y la protesta por la falta de entendimiento explotó en el Baguazo con un saldo de 34 muertos entre policías y civiles.
Hay, en el país, peruanos que no se sienten como tales, que sienten que solo los toman en cuenta para las elecciones y nada más. Tenemos un Estado en ese sentido incipiente y centralista. Un profesor sanmarquino sostuvo ayer que él conoció a gente del sur que tenía libreta electoral peruana y a la vez un documento de identidadBoliviano para usarlos de acuerdo a las circunstancias.
Del mismo modo, los pobladores peruanos de las fronteras con Colombia y Brasil se sienten ajenos a estas tierras. La razón es que al Estado le da soroche y no ha sido capaz de salir de Lima y llegar a las alturas y a todos los rincones del país.
El gran historiador Jorge Basadre advirtió que existen en el país fuerzas centrífugas, que podrían desligarse del Perú. Hay un gran reto del nuevo gobierno en fortalecer “eso de ser peruano”. Se puede soñar con igualdad de oportunidades siendo diferentes. Nuestra diversidad es nuestra huella, pero debe haber entre nosotros un hilo conductor que nos haga sentir que todos somos peruanos.
Alan García, ese ególatra que sueña ya con ser presidente de nuevo, perdió cinco años y todo este tiempo lo que ha hecho ha sido crear mayores brechas entre nosotros. Los conflictos sociales, según la Defensoría del Pueblo, se triplicaron en este gobierno. Ahora ascienden a más de 220.
Como consecuencia de los conflictos, han muerto en el segundo mandato de García 94 peruanos. Él no sabe ser peruano. Es una bala perdida. Ahora quiere lavarse las manos. La prensa palaciega dice que él no es el responsable ¿Entonces, quién es? ¿Yo, señor; no, señor? Las balas no se disparan solas.
Masacres a fecha fija Alan García tiene una cierta especialidad para matar en fechas simbólicas.
La vez anterior fue la masacre de Bagua en el Día mundial del Medio Ambiente, originada en la decisión de desalojar con toda la fuerza disponible la carretera Jorge Basadre, en la llamada Curva del Diablo, dando origen a un sangriento enfrentamiento.
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