El teólogo sostiene que pese a los cambios políticos y sociales la pobreza sigue atentando contra la dignidad humana.
Liliana Rojas.
La Teología de la Liberación, creada hace más de 40 años, sigue vigente porque continúa existiendo en América Latina una marcada desigualdad en el ingreso de la población y millones de pobres, así lo asegura el padre Gustavo Gutiérrez Merino, iniciador de esta corriente teológica.
Si bien reconoce que las condiciones políticas y sociales no son las mismas de hace cuatro décadas, es notorio que la pobreza en la región sigue siendo un “escándalo“ y una “vergüenza” que atenta contra la dignidad humana. Según la Comisión Económica para Latinoamérica y El Caribe, en América Latina, más de 200 millones de personas viven con menos de un dólar al día. Es decir, son pobres extremos.
“La pobreza como sufrimiento humano está, no se puede negar, hay pobreza y desigualdad muy grandes”, dijo Gutiérrez Merino durante su intervención en el homenaje que le rindió la Universidad Antonio Ruiz de Montoya al cumplirse 40 años de la publicación de su libro Teología de la liberación. Perspectivas.
En dicho homenaje, Alberto Simons, director del Instituto de Fe y Cultura, el ex congresista Rolando Ames y el filósofo Raúl Zegarra destacaron el aporte de la Teología de la Liberación a la filosofía cristiana.
El padre Gutiérrez recuerda que en los años 60, cuando regresó de Europa y comprobó que en todo un continente que se consideraba cristiano, millones de personas vivían en condiciones inhumanas, la necesidad de una teología de la liberación se hizo necesaria. “Las condiciones estaban dadas”, puntualizó Gutiérrez Merino.Datos
Origen. La Teología de la Liberación surgió a fines de los años 60 como la respuesta cristiana a la situación de pobreza que padecía gran parte de latinoamericanos.
Pobreza. En esta región 1 de cada 7 es pobre y 1 de cada 8 es pobre extremo. En el Perú, el 31,8% de habitantes son pobres.
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