sábado, 25 de febrero de 2012

♣ Alfredo Stroessner (Dictador de Paraguay 1954-1989), sufría de Lepra y se bañaba en sangre de niños confiesa su ex chofer

Si las personas y trabajadores allegados a los gobernantes y dictadores quisieran liberar la pesadez de sus consciencias que historias de horror no escucharíamos. Esta es una de ellas:

Gracias Ana Valles por el envio

Alfredo Stroessner (Dictador de Paraguay 1954-1989), sufría de Lepra una enfermedad degenerativa de la piel
Elvio Acosta, ex chofer de Alfredo Stroessner(Dictador de Paraguay 1954-1989), ofreció una entrevista publicada en “Ecocultura TV” apareció en internet y enseguida tuvo impacto internacional.

“Retiré equipos especiales para la carnicería de sangre de niños y los trasladé hasta la isla Yacyretá. En esa época con mucha frecuencia se daban las desapariciones de niños. Stroessner pagaba a quienes los secuestraban. Yo varias veces vi niños blancos, gorditos desangrándose colgados de ganchos como chanchitos de cabeza para abajo, degollados”.

El Chofer comentó, “Presencié varias veces el baño de sangre con niños de parte de Stroessner, yo sabía todo porque, a mí Stroessner, por confianza me encargaba ciertas tareas. No era transfusión de sangre lo que hacía sino que se bañaba en la sangre de los niños. Stroessner tenía un desastre la piel, sufría de lepra. Los cuerpos de los niños se enterraban, se tiraban”.

Acosta dijo que confesó todo “para darle paz a su alma” y porque está enfermo, tirado en una cama y olvidado por quienes les habían “ordenado en la dictadura hacer los servicios de muerte” confiesa estos hechos.

“Nunca dije nada por el pacto del silencio; en la propia radio local se difundía la noticia,  que no se descuidaran los padres y abuelos, que había zonas donde aparecía el mitâ rerahaha (El hombre que se lleva a los niños)”, añadió Acosta.

“Nos equipara al holocausto”

Ana María Mendoza de Acha, quien preside la comisión de Derechos Humanos del Senado, señaló que esta situación es “una terrible violación a los derechos del individuo, que se agrava al ser ellos niños que no pueden defenderse y afecta profundamente a la dignidad de los mismos. Esto nos equipara al terrible holocausto que se vivió en la época de la guerra mundial con los nazis. Vendría a ser las mismas prácticas deleznables de Hittler”, afirmó.

“Por obedeciencia ciega al dictador”

El ex chofer de Stroessner (quien relató todo como si hablara de cosas normales, fríamente) dijo que las matanzas infantiles eran parte del “trabajo” y que lo hacían por “obediencia ciega al servicio del Dictador”. Entre otros detalles, nombró a un Dr. Brunstein (quien supervisaba los matanzas y ayudaba en la “terapia de sangre”) y dijo que otro chofer, también estaba involucrado.

La prensa brasileña habla ahora de Stroessner como el “Mengele paraguayo” y “el vampiro paraguayo”.

Acosta también comentó que, entre los años 79 y 80 hubo montones de esos secuestros de niños a familias pobres, y que había montones de métodos para engañar a los niños “elegidos” y atraerlos (por ejemplo, con un vendedor de helados) y que la policía Stronista se encargaba de la “limpieza”.

Recuérdese que en épocas pasadas, los padres vigilaban a sus hijos y les advertían de que no debían hablar siquiera con extraños porque podía ser el “mitâ rerahaha”.
Por otra parte se comentaba, en ese entonces, lo de los “baños de sangre” del finado dictador, y se decía que el tratamiento le fue recomendado por el tétrico Dr. Mengele, uno de los responsables de los sádicos experimentos y asesinatos del Holocausto.
CHM

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