César
Galjuf
ar_gale1@hotmail.com
LAS
FUERZAS QUE ACOSAN A SUSANA
En
febrero de 1848 (hace 165 años) hizo su aparición, en Londres, un folleto de 23
páginas titulado “El Manifiesto del Partido Comunista”. Su autor, Carlos Marx, comenzó
la redacción expresando (…) Un fantasma
recorre Europa : el fantasma del comunismo. Todas las fuerzas de la vieja
Europa se han unido en santa cruzada para acosar a ese fantasma : el Papa y el
Zar… entre otros.
Susana,
dista años luz de tener un atisbo de comunista. Muy a su pesar, en las
condiciones políticas concretas en que se desenvuelve, su postura de honestidad
y pretender hacerle frente a la corrupción le viene acarreando una andanada de
críticas y desplantes que amenazan con sepultarla. Los responsables de la violenta
asonada, cargadas de adjetivos hirientes e infamias, son promovidas por
partidos políticos, organizaciones sociales y personajes que corrompen y
saturan de hedor la sociedad: desde el Obispo al gordovago, pasando por los
secuaces del japonés encarcelado, los operadores del “mudo”, los confundidos y
un estrato muy espeso de la población que se debate entre la sobrevivencia y la
lumpenización.
En las
sociedades, luchar contra la corrupción significa enfrentar a los agentes que
la descomponen y se nutren de ella. En el caso del Perú se remonta a la llegada
misma de los españoles. En 1824, el Libertador Simón Bolívar, manifestaba que
una de las causas del desastre de la República fue la dilapidación de sus
fondos por algunos funcionarios y, por tanto, para hacerle frente se debería de
dictar medidas radicales. Es así que se llega a dictar un DECRETO que
sancionaba con la PENA CAPITAL a los funcionarios a los que se les demostraba haber
tomado para sí de diez pesos arriba. La misma pena se les aplicaría a los
jueces que no procediesen conforme a la norma. La medida no fue aplicada y con
el paso del tiempo (cerca dos siglos) hoy ya no hablamos de algunos
funcionarios dilapidadores sino de algunos funcionarios y jueces probos.
El
panorama es sombrío, pero las sociedades -como todo cuerpo- cuentan una fuerza
interna que lucha denodadamente para restañar y vencer males: son la reserva
moral que dinamiza y tensa todas las fuerzas en pos de la sobrevivencia y
comenzar a ganarle la batalla a la enfermedad. El panorama inmediato nos pone
en una disyuntiva. Todo lo que esté a nuestro alcance debe de ser una
contribución por la campaña para que NO se revoque a la alcaldesa.
Los
revocadores cuentan, también, con el apoyo solapado de los mezquinos –los que
hacen cálculos para los futuros procesos eleccionarios- que están convencidos
de que el erario público y la administración del Estado es un botín. No les
conviene que la alcaldesa culmine su mandato y menos aún que éste sea
medianamente exitoso. Sería una potencial adversaria en el 2016. Su consigna es
cortarle los brazos y las piernas para más adelante exhibir solo su tronco y su
cabeza. Hay muchos intereses en esta contienda y, por supuesto, los que nos
encontramos hastiados del reinado de la indolencia -enquistados en los órganos
de gobierno del Estado- también los tenemos: nuestro interés es el de
agruparnos con todas las fuerzas que estén dispuestas a darle batalla a la
corrupción y los corruptos.
Lima,
4 febrero 2013
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