Una curiosa expresión se ha popularizado en los últimos días para designar al sector político que aplaude a Ollanta Humala por su alejamiento de la izquierda y que promueve la revocatoria contra Susana Villarán. A continuación, aproximaciones a la Derecha Bruta y Achorada (DBA). La República.
Representantes. Desde el fujimorismo hasta el ‘ppkausismo’, pasando por el socialcristianismo de Lourdes Flores, la derecha peruana tiene varios rostros. Unos más liberales y democráticos que otros.
El 29 de diciembre, Augusto Álvarez Rodrich reprodujo, en su columna diaria en La República, un término acuñado en setiembre del 2010 por el director de Diario16, Juan Carlos Tafur: Derecha Bruta y Achorada. Álvarez Rodrich le puso mayúsculas y le creó un acrónimo, DBA, y eso bastó para que la expresión se popularizase en las redes sociales. Desde entonces, al referirse a ciertos diarios, ciertos empresarios y ciertos políticos, mucha gente se limita a decir DBA y todo queda entendido.
¿Qué es la DBA?
Álvarez Rodrich dice que se trata de una “coalición en la que participan, entre otros, periodistas corruptos, empresarios mafiosos y políticos pendejos, a los que no les fue bien en las últimas elecciones”. Ellos son los que, después de haber atacado sin piedad a Ollanta Humala durante la campaña, ahora celebran su viraje, y los que están abocados a sacar a Susana Villarán de la alcaldía de Lima a cualquier precio.
Las críticas de estos dos periodistas (y de varios otros), de convicciones liberales, considerados por muchos como de derecha, llevan a pensar que existe más de una derecha en el Perú. Y a preguntarse, a fin de cuentas, ¿qué significa ser derechista en este país? Esta semana, Domingo acudió a los politólogos Martín Tanaka y Fernando Tuesta para absolver estas dudas.
La derecha solidaria
Tanaka propone entender primero qué significa ser de derecha y de izquierda. “Ambos buscan el bienestar de la sociedad por distintos caminos. Los izquierdistas creen que el valor más importante es la búsqueda de la igualdad. Para los derechistas, la libertad es lo fundamental. Por eso, los primeros tienden a darle más importancia al Estado, que debe garantizar la redistribución de la riqueza, mientras que los segundos lo relativizan, pues privilegian la libertad individual”.
Tanaka y Tuesta coinciden en que en el Perú hay al menos dos tipos de derecha. Según Tanaka, la primera considera que si bien lo fundamental es la libertad, no todos tienen la capacidad para desarrollarse individualmente y por eso tiene una gran preocupación por que todos tengan acceso a las mismas oportunidades. “Creen que la democracia es importante, que los derechos humanos son importantes y que el Estado tiene que jugar un papel en promover el acceso a las oportunidades”.
La otra derecha, dice el investigador del IEP, es la versión Bruta y Achorada de la que hablan Tafur y Álvarez: “Cree que, como lo importante es la libertad, cada quien debe valerse por sí mismo y, por lo tanto, me importan un comino los demás”. Esa es la que está en contra de los derechos humanos, reclama mano dura y añora los regímenes autoritarios.
Tuesta coincide, en términos generales, con la visión de Tanaka pero añade un dato más: lamentablemente, en la historia del Perú la derecha que ha prevalecido es la bruta y achorada. “Ha habido intentos de formar un partido liberal, como el Movimiento Libertad, pero no han tenido éxito, y lo que ha prevalecido es la derecha dispuesta a celebrar acuerdos con dictaduras como la de Fujimori”.
Tuesta coincide, en términos generales, con la visión de Tanaka pero añade un dato más: lamentablemente, en la historia del Perú la derecha que ha prevalecido es la bruta y achorada. “Ha habido intentos de formar un partido liberal, como el Movimiento Libertad, pero no han tenido éxito, y lo que ha prevalecido es la derecha dispuesta a celebrar acuerdos con dictaduras como la de Fujimori”.
La misma intolerancia
Precisamente, la relación con el fujimorismo marca una línea divisoria. “La Derecha Bruta y Achorada es entusiastamente fujimorista”, dice Tanaka. “Si eres fujimorista apoyas el autoritarismo, la violación de los derechos humanos, te compras todo el paquete, mientras que un liberal doctrinario puede estar de acuerdo con las reformas económicas que hizo Fujimori pero siente que todo lo demás lo malogró: el autoritarismo, el control de los medios, los crímenes de derechos humanos. Por eso un liberal como Mario Vargas Llosa es muy antifujimorista”.
Tuesta señala una situación muy curiosa respecto de este tipo de derecha: su intolerancia lo lleva a parecerse mucho a la izquierda radical que tanto detesta, pues ambos “ven a todos los que no piensan como ellos como la misma cosa y quisieran desaparecerlos”. Él cree que así como el país necesita una izquierda moderna y democrática, también necesita una derecha menos intolerante y conservadora. “Mi sensación es que en este momento el sector conservador es más fuerte que el liberal. Tienen sus medios, sus líderes de opinión y a sectores empresariales identificados con ellos. Eso es una lástima”.
Prensa mediática de la derecha. La República anda en el limbo
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