Washington inició esta semana una cacería policial de los sitios de internet que a su juicio fomentan la piratería mundial. La resistencia, encarnada en el grupo de hackers Anonymous, ha respondido atacando las web de autoridades y gremios de la industria norteamericana. Una conflagración de desenlace imprevisible ha comenzado en el ciberespacio. La República.
Los policías se presentaron, el jueves, en las casas de Kim Schmitz, Fin Batato, Mathias Ortmann y Bram van der Kolk, en Nueva Zelandia. Los cuatro son administradores de la página web Megaupload, hasta ese día uno de los mayores portales de intercambio de archivos en el mundo. La orden de detención había llegado desde una corte federal del Distrito Este de Virginia. El gobierno de los Estados Unidos los acusaba de ser parte de una “megaconspiración” para vulnerar los derechos de autor y lavar dinero a escala masiva. Otras tres personas fueron denunciadas. El mayor operativo contra la piratería en la red en la historia de los Estados Unidos había comenzado.
Los policías se presentaron, el jueves, en las casas de Kim Schmitz, Fin Batato, Mathias Ortmann y Bram van der Kolk, en Nueva Zelandia. Los cuatro son administradores de la página web Megaupload, hasta ese día uno de los mayores portales de intercambio de archivos en el mundo. La orden de detención había llegado desde una corte federal del Distrito Este de Virginia. El gobierno de los Estados Unidos los acusaba de ser parte de una “megaconspiración” para vulnerar los derechos de autor y lavar dinero a escala masiva. Otras tres personas fueron denunciadas. El mayor operativo contra la piratería en la red en la historia de los Estados Unidos había comenzado.
El fundador del sitio, Kim ‘Dotcom’ Schmitz, podría enfrentar 50 años de prisión. Las páginas de la empresa que dirige, Megauploud, Megavideo, Megapix, Megalive y Megabox, se encuentran hoy sin acceso. El Departamento de Justicia norteamericano los acusa de ‘piratería masiva’ y señala que los sitios cancelados generaron para sus operadores 175 millones de dólares en actividades delictivas y causaron 500 millones de dólares en daños a los titulares de obras protegidas.
Además, con la coordinación del FBI, se han incautado 50 millones de dólares en bienes, en intervenciones en 9 países. También se intervino servidores de la compañía en Washington, Virginia, Holanda y Canadá. El ‘megaoperativo’ se realizó un día después de una gran protesta en red de cientos de páginas web que están en contra de la llamada ley SOPA (Stop Online Piracy Act). La intervención, controlada desde Estados Unidos, parece querer demostrarle al mundo que con ley o sin ella el país más poderoso del mundo está decidido a luchar contra las descargas ilegales en la red.
La decisión provocó la reacción inmediata de Anonymous, la red de hackers que fomenta el libre intercambio de materiales en la red: tomó represalias contra el gobierno norteamericano y sitios de grandes corporaciones. Sus primeras acciones de guerra fueron ‘tirarse abajo’ las páginas web del Departamento de Justicia norteamericano, la de la compañía discográfica Universal, la de la Motion Picture Association of America y la de la Industry Association of América. Horas más tarde ‘torpedearon’ con éxito las páginas de Warner Music, el FBI y la Oficina de Copyrigth de EEUU. “Si quieren guerra, la tendrán”, es su eslogan hace tiempo, y esta semana lo demostraron. Hasta el jueves en la noche varias de esas páginas no habían podido funcionar.
Dicen que en este ciberataque, denominado por Anonymous como ‘Operación Represalia’ según una cuenta suya, participaron al menos 5 mil personas. Sería “el mayor ataque jamás perpetrado por Anonymous”. En las redes se difundió como frase más ingeniosa de la noticia, la siguiente: FBI cierra Megaupload, Anonymous cierra el FBI.
Censura en la red
Un día antes de la intervención contra Megaupload, tuvo lugar la gran protesta-apagón en el ciberespacio de decenas de páginas contra la ley SOPA. Las autoridades norteamericanas buscan con la norma tener la posibilidad de bloquear sitios que publiquen obras protegidas por derechos de autor. En la práctica eso significa que podrían inhabilitar portales en EEUU y otros países, incautar servidores y cancelar páginas que tuvieran vínculos a estos sitios. Los críticos la señalan como perjudicial para la libertad de expresión y contraria a la libertad en internet. En la protesta del miércoles en la red, Wikipedia puso en su sitio “Imagine un mundo sin conocimiento libre”. Augura su desaparición si leyes como SOPA y otras prosperan, y anunció que dará pelea.
Por su parte, Mark Zuckerberg, creador de Facebook, la red social más famosa del mundo, ha dicho: “Internet es la herramienta más poderosa que tenemos para crear un mundo más abierto y conectado. No podemos permitir que leyes mal pensadas se interpongan en el camino de desarrollo de la red. Facebook se opone a SOPA y PIPA (otra ley similar) y a cualquier otra norma que intente perjudicar la internet”. Otros grandes del ciberespacio como Google o Youtube se oponen y han advertido que podrían paralizar sus servicios en protesta.
En medio de todo, la ley SOPA perdió el jueves el apoyo de 18 legisladores en el Congreso norteamericano y el propio presidente Barak Obama ha anunciado que se opondrá a toda iniciativa que limite la libertad en internet. Sin embargo, la intervención contra Megaupload hace dudar a muchos sitios web acerca de si en verdad la ley no avanzará. Muchos dejan entrever que puede ser relativamente fácil para las autoridades del país más poderoso del mundo tipificar delitos vinculados a la piratería para castigar a quienes permiten la libre descarga de materiales. Quizá la guerra tenga nuevos capítulos.
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