Gran prensa y fujimorismo: juntos otra vez
Por Francisco Durand
Sociólogo
Desde las elecciones del 2006, y sobre todo en esta segunda vuelta, resurge el tema del poder mediático, es decir, la influencia de aquellos medios más fuertes que manejan noticias, imágenes, entrevistas, rumores y comentarios de modo sesgado.
Gracias al peso que tienen en las comunicaciones, unas cuantas grandes familias propietarias de medios, políticamente conservadoras, manejan la agenda política del país e intentan influir en los votantes. Si sus planes triunfan (están invirtiendo mucho, tienen un comando coordinador), decidirían finalmente quién entra, o para ser más precisos, quién no entra a la Presidencia. Igual motivación tiene el presidente García, según le confesara a Dionisio Romero Seminario en un evento empresarial. Lo revelador de este intento es que varios de estos patrones, que ciertamente no controlan a todos los periodistas, han comenzado a presionarlos y hasta terminan despidiéndolos (Canal N, Canal 4, Radio Líder de Arequipa) para asegurarse de que se cumpla, como dice Augusto Álvarez Rodrich, el antojo del amo. Al mismo tiempo, contratan a periodistas con millonarias sumas, como en el caso del díscolo Jaime Bayly en Canal 4 para que, como él mismo ha anunciado, “comente los defectos y defectos de Humala”.
En el poder mediático, el grupo principal es Miró Quesada, dueño de El Comercio, Peru21, Gestión, Trome (y las revistas Somos y Fausto). Posee también 2/3 de Canal 4 y en cable Canal N. Según me informa un experto, sus periódicos representan un 65% de la torta publicitaria nacional, mientras que Canal 4 tiene 45% de la misma. La lectoría de este conglomerado periodístico pasa de los 140.000 ejemplares. En el caso de la TV, la teleaudiencia se cuenta en millones. Este grupo es fundamentalmente conservador, aunque hay ramas familiares liberales y otras no interesadas en la política, que ahora se encuentran en pugna porque han optado corporativamente por defender la candidatura de Fujimori y atacar la de Humala. Uno de sus directores, Fritz Dubois, de Peru21, fue funcionario del MEF por varios años en el gobierno de Fujimori y está conectado al grupo Graña y Montero, que es también de casa.
El grupo Agois, heredero del magnate pesquero Luis Banchero Rossi, posee la cadena Correo con periódicos en 11 ciudades, que juntos alcanzan un tiraje de 25.000 ejemplares. Los tabloides El Bocón, Ajá y Ojo añaden 60.000 más, y aunque son menos politizados se pueden de pronto sumar a la campaña con titulares y trascendidos si el patrón lo ordena. El director de Correo en Lima, Aldo Mariátegui, es un desembozado vocero ultraconservador, muy propenso a usar argumentos ad hominen y hacer sicosociales. Una muestra es el titular de ‘Lunes negro’ que publicara apenas ganó Humala en primera vuelta. A esta táctica de miedo se ha sumado Peru21.
A este dúo se suma un órgano de igual línea y menor tiraje, los diarios Expreso y Extra, que difícilmente llegan juntos a los 8.000 ejemplares. Están dirigidos por un miembro de la familia Miró Quesada, García Miró, en pleito económico con el grupo El Comercio. Finalmente, tenemos al periódico fujimontesinista La Razón, de bajo tiraje (2.000 ejemplares) y grandes titulares alarmistas. En la campaña se ha mostrado abiertamente favorable a Keiko. Es un remanente de viejos tiempos y sorprende que siga operando.
Hay más. Debemos añadir, al menos como antihumalista, al grupo que dirige Manuel Delgado Parker e hijos. Su buque bandera es RPP, con millones de radioescuchas. Poseen también Radio Felicidad, Capital y otras tres emisoras más. Entre sus periodistas existe mayor pluralidad, pero las preferencias del patrón son conocidas.
En materia televisiva (el sector donde Montesinos “invirtió” gran parte de sus recursos, además de manejar varios periódicos chicha), aparte del ya mencionado Canal 4 (que cambió de manos el 2001), tenemos a Canal 5. Luego de que los jueces se lo quitaran a Genaro Delgado Parker, ahora lo maneja Ernesto Shutz (yerno de Manuel Delgado Parker, de RPP), enormemente endeudado con la Sunat y a la espera de un buen resultado electoral. Renato Canales, su director de noticias, operó con el Canal 4 de Crousillat, otro fugado. El Canal 9 (ATV noticias) es en realidad propiedad de un mexicano, el “fantasma” Gonzales, también de línea fujimorista. El Canal 2 tuvo un choque con Montesinos, pero siempre fue fujimorista y ahora ha vuelto a renovar sus vínculos. También tiene deudas tributarias.
Los medios no comprometidos en una campaña contra Humala o a favor de Keiko tienen un peso más modesto y son menos virulentos. El grupo La República, opuesto al fujimorismo, con 3 periódicos y un tiraje estimado en 80.000 ejemplares, representa 25% de la torta publicitaria nacional. Posee también 1/3 de Canal 4, lo que modera en algo sus impulsos conservadores, particularmente en Cuarto Poder. El periódico La Primera es el más abiertamente humalista y tiene un tiraje de 10.000 ejemplares. Al recientemente creado Diario 16, conservador de centro, cercano a Toledo, se le estima un tiraje de 15.000 ejemplares y mantiene independencia del fujimorismo.
Todos ellos podrían representar 105.000 ejemplares, solo un tercio de la prensa escrita, mientras el bloque conservador y pro fujimorista tiene un tiraje de 309.000, a los que se añade su enorme influencia en radio y televisión, donde no tienen competencia.
La revista Caretas está concentrada en los estratos A y B, ha sido siempre muy cercana a Alan García. Hoy ha tomado distancias de Keiko. Está una posición más independiente. Tiene escaso tiraje, pero es muy dependiente de publicidad.
Así estamos. Prepárense, que va a llover de todo.
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