Carlos Villacorta Valles
Intolerancia y macartismo
Después de la “caída del muro”, el mundo se inundó de liberalismo pretendiendo ser “el pensamiento único”, los medios de comunicación empezaron a ser tomados por esta jauría de “pensadores democráticos”, anunciando la “victoria del capitalismo” y “su vida eterna”.
El famoso “acto terrorista” del 11 de setiembre fue motivo para promover una patética definición: “O estás con EEUU o estás contra nosotros”.
En el Perú, Fujimori fue el primero en acomodarse a favor de EEUU., le siguió luego Toledo y ahora mas desembozadamente Alan García.
A partir de 1990, se instala en el Perú, casi en todos los medios de comunicación, tv, un liberalismo radicaloide, intolerante y macartista, sobre todo a partir de 1993, con la captura de Abimael Guzmán y su “viraje estratégico de acuerdo de paz”. Viejos animales rompen su cascarón escondido.
La persecución agresiva en todos los tonos (político, jurídico, policiaco, difamatorio, religioso y hasta personal) a todo aquel que sea capaz de defender sus derechos y de situarlos dentro del campo “terrorista” o “senderista” o contra el “desarrollo” no tiene límites. Peor suerte sufre aquel que se atreva a criticar este sistema injusto.
¿Ejemplos? Canal 2 es el más visible en tv, Correo y el Comercio en escritos. Basta escuchar o leer al matón fascista Aldo Mariátegui y a la fujimorista Mónica Delta que son los más radicales liberales a ultranza que defienden cínicamente a los violadores de los DD.HH., al militarismo y las transnacionales monopolistas en nombre del “modernismo” y el “desarrollo”. Y abiertamente piden más dictadura liberal: insisten por ejemplo que el gobierno intervenga las universidades, llaman a las elecciones universales en las universidades para elegir a sus autoridades como “una cojudez”, “estudiantes ignorantes y académicos mediocres perpetúen con su voto” dicen en el Correo del 30 de junio del 2010.
El pueblo es el más perjudicado, ya no sólo es excluido del sistema y sus ganancias, sino también recluido y enjaulado por estos intolerantes, bajo la complicidad de las llamadas “izquierdas” en todo caso “oportunistas” y convenidas que también dieron su “viraje”. La izquierda oportunista ha abortado híbridos liberales extraordinariamente “más papistas que el papa”. Los tránsfugas son los peores híbridos ideológicos, imagínese uno de izquierda ahora de derecha. Hay una jauría increíble. Dicen “no meterse en política” ¿Y qué es lo que hacen entonces si no política? Y en forma impune.
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