EXPERIENCIA EDUCATIVA DESCENTRALIZADA EN EL BRASIL

entrevista. EX MINISTRO BRASILEñO REVELA LA EXPERIENCIA EDUCATIVA DESCENTRALIZADA DE SU PAÍS La gestión escolar depende del liderazgo del director Opina que gobiernos locales son claves en el proceso, junto a padres Afirma que el problema de la educación es de calidad y no de acceso Susana Mendoza Sheen smendoza@editoraperu.com.pe Es economista y estudió educación primaria en un colegio público de Brasil. Paulo Renato Souza fue ministro de Educación del régimen de Fernando Henrique Cardoso durante ocho años (1995-2003) y durante su gestión logró descentralizar la administración de la educación y crear un sistema de evaluación e información. ¿Usted es producto de la educación pública? –Estudié primaria y la universidad en instituciones públicas, y en Brasil, la enseñanza superior es muy buena, muchas veces mejor que la privada. ¿El problema de la educación actualmente es de acceso? –No. Eso se acabó en la década de 1990 en América Latina. El problema es de calidad. ¿Qué hay que mejorar? –Es un poco paradojal. Todos los factores asociados a la educación han mejorado. Por ejemplo: calificación de maestros, sueldos, calidad de los libros, equipamiento e infraestructura de las escuelas; sin embargo, la evaluación de los alumnos en el aprendizaje se ha detenido y no mejora, tanto en la región como en Brasil. ¿Por qué no mejora la calidad? –En primer lugar, se relaciona con la calidad del maestro: en la selección y en la formación. Finlandia cuenta con un sistema de selección, el Estado elige a los mejores y tienen sueldos razonables. En Brasil, la selección de maestros es obligatoria desde 1996. ¿Cuál es la explicación para que la calidad del maestro no haya sido atendida? –En nuestros países, las escuelas que forman a los maestros no piensan en el trabajo del profesor en una sala de aula. Están pensando en la ideología de la educación, pero no egresan con la experiencia práctica de alfabetizar. Durante su gestión como ministro de Educación, ¿qué hizo? –Traté de cambiar esta situación y fracasé, perdí la pelea con las escuelas de educación. Aprobé la ley, y cuando reglamenté que sean los institutos superiores de educación los que formen a los maestros, allí se vino el mundo abajo porque la universidad se opuso. Pero, debemos reconocer que a los maestros no se les estimula... –No existen estímulos en la carrera para mejorar la educación. El maestro ingresa y su sueldo depende de dos factores apenas: de sus certificados de estudio y de su tiempo de servicio. ¿Modificó esa situación en su gestión? –Propuse que los directores y maestros que fueran a las escuelas de la periferia urbana o de barrios violentos tuvieran una gratificación especial. No se logró, por eso hay una tasa muy alta de rotación de profesores en aquellas escuelas. ¿Qué estímulos tiene que introducir el sistema educativo? –Por ejemplo, considerar factores asociados al desempeño y aprendizaje de los alumnos, y con eso estimular el progreso y ascenso profesional de los maestros. En Brasil se evalúa a las escuelas. Así, si el resultado es bueno, tienen un bono de incentivo. ¿Por qué cree que hay buenas o malas escuelas públicas? –Por la gestión escolar, y eso depende del liderazgo del director. Esa pregunta me la hizo en un programa de televisión una niña de 13 años, de Bahía. ¿Y ese liderazgo debe considerar a los padres de familia? –Por supuesto, el director tiene que establecer una alianza con ellos. Pero hay otra pregunta ¿si hay escuelas buenas por qué todas no lo son? Porque los sueldos, los libros, y los profesores son los mismos. No solo es cuestión de plata, también de organización. Se habla de la calidad de enseñanza y de los maestros, ¿no es necesario atender la de las familias? –En todas las investigaciones aparece que el factor relacionado con el desempeño de los alumnos es la familia, el grado de escolaridad de los padres. Es una tarea más de la escuela. Lo emocional también es importante, pero es muy difícil que solo lo asuma el sector Educación. Municipalización educativa El ex ministro de Educación brasileño propone equilibrar la propuesta de municipalización de la educación entre las diferentes instancias del Gobierno. Sostiene que las normas, evaluación, parámetros pedagógicos y contenidos deben estar a cargo del gobierno nacional, y que la ejecución educativa tiene que ser descentralizada, municipalizada. “Lo he propuesto abiertamente porque creo que los alcaldes están más cerca de la población y pueden presionar más para que las escuelas funcionen bien. Estoy a favor de la descentralización administrativa.” Recuerda que en su gestión los alcaldes fueron sus grandes aliados porque ejecutaron la política de universalización de la educación, y que el sindicato de profesores, sobre todo universitarios, fue más corporativo e impidieron algunas reformas. Dato y cifras En Brasil para financiar la educación existe presupuesto federal, estadual y municipal 18% de los impuestos federales se orientan a Educación y 25 por ciento, de los estaduales y municipales. 10% aumentó el número de escuelas en Brasil durante la gestión de Paulo Renato Souza. Logró una reforma fiscal, y con ello la universalización de la educación.