Por Carlos Villacorta V.
Por primera vez el 22 de abril de 1970 se celebró el Día de la Tierra, fue el senador demócrata de Wisconsin, Gaylord Nelson (1916-2005) que dio la iniciativa.
Este sensible senador, según él, creó este día para hacer notar de cómo el consumismo de la vida contemporánea están afectando el planeta.
“Nuestro gran desafío es forjar y mantener una sociedad sostenible. En este momento de la historia, ninguna sociedad ha logrado evolucionar hasta constituir una sociedad sostenible. Todos estamos siguiendo un curso autodestructivo al incentivar nuestras economías mientras reducimos nuestro capital natural” escribió.
Las marchas de la década del 60 a favor de la paz en Vietnam, motivaron a Gaylord a realizar marchas en protesta similar sobre lo que le está pasando a nuestro ambiente, según el mismo dijo. Lanzó la iniciativa en 1969 y al año siguiente veinte millones de personas respondieron espontáneamente en universidades, colegios y comunidades.
“Eso fue lo sorprendente del Día de la Tierra. Se organizó solo”, escribió. Recién en 1972, las Naciones Unidas organizaron en Estocolmo la primera Conferencia sobre el Medio Ambiente Humano que puso en la agenda de los gobiernos del mundo el reto ecológico.
Ahora bien, han pasado 20 años desde que el Informe de la Comisión Mundial sobre el Ambiente y Desarrollo, Nuestro Futuro Común o Informe Brundtland (elaborado por la Dra. Gro Harlem Brundtland. Primera Minsitra Noruega 1981, 1986-1989, y 1990-1996), y nada ha sucedido en mejoras a favor del medio ambiente, por el contrario, esto va de mal en peor.
No se nota que las potencias económicas responsables del aceleramiento del calentamiento global, garanticen una sociedad segura para las futuras generaciones. Leer en inglés:
http://www.un-documents.net/wced-ocf.htm Parte del informe en español:
http://www.oarsoaldea.net/agenda21/files/Nuestro%20futuro%20comun.pdf
El Día de la Tierra no deja de ser un buen momento para reflexionar el significado de desarrollo sostenible que constituye una aspiración y una necesidad común de la humanidad.
El desarrollo sostenible en lo fundamental reconoce a los seres humanos como el centro de la vida del planeta. Cuyo derecho irrenunciable es tener una vida saludable y productiva en armonía con la biodiversidad planetaria.
El desarrollo sostenible nos lleva necesariamente al concepto fundamental de satisfacer las necesidades y aspiraciones principalmente de los más pobres, en perspectiva del desarrollo humano y de una Sociedad Superior. En ese sentido, lo ecológico tiene que ser un verdadero símbolo de solidaridad humana comunitaria.
No está de más recordar las consecuencias que ocasiona el cambio climático: La doctora Katherine M. Shea, catedrática de la Universidad de Carolina de Norte en Chapel Hill, ha escrito:
“La letanía de los impactos directos asociados al cambio climático está convirtiéndose en algo muy conocido. En un mundo que se caliente rápidamente hay más muertes relacionadas a las olas de calor, mayor diseminación de enfermedades a consecuencia del agua y la comida contaminadas, así como por los insectos”.
Estamos siendo invadidos con mayor extensión de las garrapatas, que hace poco invadió EEUU que no contempla ni casas ricas ni pobres. Enfermedades como la malaria, polio y la tuberculosis. 279 especies de animales están respondiendo al aumento de temperatura, moviéndose hacia los polos. Es decir el Calentamiento global ya está azotándonos, está derritiéndonos. Hasta cuando esperarán las grandes potencias las soluciones en la práctica. ¿Quién finalmente se decidirá a forjar una sociedad sostenible?
Deben seguir haciéndose más películas de advertencia contra el calentamiento global y analizarse en las escuelas colegios y universidades. Basta de seguir haciendo más daño a nuestro planeta. La deuda con nuestro planeta es su defensa. Y eso pasa reitero, por señalar los principales responsables que son los países monopólicos que queman el mundo con sus industrias.Y no hacen desarrollo sostenible.
Hay que dejar de una vez por todas la sola contemplación y asumir el reto de saltar las barreras invisibles que no permiten una lucha decidida contra los verdaderos responsables. La tierra no puede esperar más
Cuando los vientos y los ríos arrastran la basura y los desperdicios mineros, con ello también están arrastrando nuestras vidas.
Por Carlos Villacorta V.
Por primera vez el 22 de abril de 1970 se celebró el Día de la Tierra, fue el senador demócrata de Wisconsin, Gaylord Nelson (1916-2005) que dio la iniciativa.
Este sensible senador, según él, creó este día para hacer notar de cómo el consumismo de la vida contemporánea están afectando el planeta. “Nuestro gran desafío es forjar y mantener una sociedad sostenible. En este momento de la historia, ninguna sociedad ha logrado evolucionar hasta constituir una sociedad sostenible. Todos estamos siguiendo un curso autodestructivo al incentivar nuestras economías mientras reducimos nuestro capital natural” escribió.
Las marchas de la década del 60 a favor de la paz en Vietnam, motivaron a Gaylord a realizar marchas en protesta similar sobre lo que le está pasando a nuestro ambiente, según el mismo dijo. Lanzó la iniciativa en 1969 y al año siguiente veinte millones de personas respondieron espontáneamente en universidades, colegios y comunidades. “Eso fue lo sorprendente del Día de la Tierra. Se organizó solo”, escribió. Recién en 1972, las Naciones Unidas organizaron en Estocolmo la primera Conferencia sobre el Medio Ambiente Humano que puso en la agenda de los gobiernos del mundo el reto ecológico.
Ahora bien, han pasado 20 años desde que el Informe de la Comisión Mundial sobre el Ambiente y Desarrollo, Nuestro Futuro Común o Informe Brundtland (elaborado por la Dra. Gro Harlem Brundtland. Primera Minsitra Noruega 1981, 1986-1989, y 1990-1996), y nada ha sucedido en mejoras a favor del medio ambiente, por el contrario, esto va de mal en peor.
No se nota que las potencias económicas responsables del aceleramiento del calentamiento global, garanticen una sociedad segura para las futuras generaciones. Leer en inglés: http://www.un-documents.net/wced-ocf.htm Parte del informe en español: http://www.oarsoaldea.net/agenda21/files/Nuestro%20futuro%20comun.pdf
El Día de la Tierra no deja de ser un buen momento para reflexionar el significado de desarrollo sostenible que constituye una aspiración y una necesidad común de la humanidad.
El desarrollo sostenible en lo fundamental reconoce a los seres humanos como el centro de la vida del planeta. Cuyo derecho irrenunciable es tener una vida saludable y productiva en armonía con la biodiversidad planetaria.
El desarrollo sostenible nos lleva necesariamente al concepto fundamental de satisfacer las necesidades y aspiraciones principalmente de los más pobres, en perspectiva del desarrollo humano y de una Sociedad Superior. En ese sentido, lo ecológico tiene que ser un verdadero símbolo de solidaridad humana comunitaria.
No está de más recordar las consecuencias que ocasiona el cambio climático: La doctora Katherine M. Shea, catedrática de la Universidad de Carolina de Norte en Chapel Hill, ha escrito: “La letanía de los impactos directos asociados al cambio climático está convirtiéndose en algo muy conocido. En un mundo que se caliente rápidamente hay más muertes relacionadas a las olas de calor, mayor diseminación de enfermedades a consecuencia del agua y la comida contaminadas, así como por los insectos”.
Estamos siendo invadidos con mayor extensión de las garrapatas, que hace poco invadió EEUU que no contempla ni casas ricas ni pobres. Enfermedades como la malaria, polio y la tuberculosis. 279 especies de animales están respondiendo al aumento de temperatura, moviéndose hacia los polos. Es decir el Calentamiento global ya está azotándonos, está derritiéndonos. Hasta cuando esperarán las grandes potencias las soluciones en la práctica. ¿Quién finalmente se decidirá a forjar una sociedad sostenible?
DÍA DE LA TIERRA:
ResponderEliminarPor primera vez el 22 de abril de 1970 se celebró el Día de la Tierra, fue el senador demócrata de Wisconsin, Gaylord Nelson (1916-2005) que dio la iniciativa. Ahora hay que reflexionar su significado.