jueves, 9 de abril de 2009

LA EDUCACIÓN "TRADICIONAL" RECORRE POR TODOS LOS POROS DE NUESTRA LLAMADA EDUCACIÓN "MODERNA" O "NUEVA"

Por Carlos Villacorta V. Forjando la educación transformadora Y.- Persistencia de una rígida educación tradicional. TRANSFORMAR LA EDUCACIÓN “TRADICIONAL” VIGENTE EN UNA EDUCACIÓN NUEVA Y TRANSFORMADORA. O la educación sigue defendiendo, manteniendo y justificando el sistema, o la critica, desmonta y contribuye en su transformación. Ello depende de ti maestro. El Perú tiene un sistema económico-social injusto, y por tanto su educación también será injusta; como tal, debe ser el blanco de la crítica, el desmontamiento y la transformación en un sistema educativo liberador para que contribuya al cambio de ese sistema económico-social injusto en uno superior. En ese sentido, se seguirá diciendo y haciendo lo mismo hasta que las cosas cambien. No caer en el aburrimiento ni mucho menos en la justificación. Es más fácil justificarnos que explicar razones. Precisamente este sistema injusto nos vuelve egomaniáticos. Hay que superar. No seguir creyendo que lo sabemos todo, o que conmigo no es la cosa, o yo ya cumplí. Son muletillas que no nos ayudan a superar nuestra egomanía, muy propia del capitalismo. Por el contrario nos vuelve inactivos e indiferentes. Resumo algunas prácticas muy conocidas que nos caracterizan como “tradicionales” o más propiamente defensores del sistema. Seguramente con toda la ingenuidad e inocencia al que nos tienen acostumbrados: A NIVEL INDIVIDUAL-PROFESIONAL. 1.- Aceptar pasivamente y sin chistar lo que las “autoridades educativas” nos imponen o implementan, aunque vaya en nuestra contra, con la muletilla infantil “A mi no me gusta meterme en problemas”. O “Ya lo dijo la autoridad”. Anulando nuestra capacidad crítica y participativa y, como consecuencia creativa. 2.- Alejarme de los maestros críticos, para no ganarme la mala voluntad de las autoridades. Me encierro en mi jaula y punto. Disculpe, quise decir aula. Así desarrollo mi individualismo principio básico del capitalismo, enemigo del bien común. 3.- Seguir pensando que, lo ideológico y político no forman parte de la educación y nuestras actividades pedagógicas. Dando lugar para que sólo prime lo del sistema o de la clase que ostenta el poder económico. 4.- Dejarlo todo a la “voluntad del destino”, la “bondad” de las autoridades y la “decisión” final de dios. Sin tomar en cuenta que, todo depende de cada uno de nosotros, de nuestra firme voluntad y valiente decisión. Olvidamos con frecuencia que nada es casual ni espontáneo. 5.- Dedicarme sólo al trabajo individual y no buscar la articulación de lo individual y colectivo. Pues tenemos responsabilidades individuales y colectivas y, ambas interactúan. 6.- Seguir pensando que, cuantas más horas trabaje y cuadernos llene, voy a ser el mejor o en todo caso el trabajo va a ser mejor. Sin actuar cualitativamente y ver los cambios en mis alumnos. 7.- Creer que no puedo cambiar. “Ya tengo mi forma de ser”. Falso de toda falsedad. Todo está en la voluntad. El cambio es hasta la muerte. Y, aun de muertos cambiamos, porque nos vamos desintegrando poco a poco hasta convertirnos en otra materia. 8.- Seguir copiando los programas curriculares tal y como me las dan, sin darme el trabajo de organizarme con los demás y agregar competencias y capacidades que nos lleven a analizar la realidad para contribuir en su transformación. 9.- Seguir sin comprender cómo puedo aprender de mis alumnos o cómo el maestro es también un alumno de sus alumnos. A NIVEL GENERAL-PEDAGÓGICO. 1.- Seguir implementando el divorcio entre el libro y la vida práctica. 2.- Seguir formando servidores útiles al sistema injusto que nos excluye. 3.- Seguir con mi evaluación exclusiva memorista, de control de conocimientos. 4.- Seguir siendo autoritario e impositivo. Limitando la voluntad del alumno. 5.- Seguir dividiendo a los alumnos en “buenos” y “malos” sin ver causas. 6.- Seguir oponiéndome a una educación transformadora. ¡Tú! Mi estimado maestro sabes que es así, LO HACES, lo sientes y lo observas. Entonces hagamos lo contrario de todo lo que estamos haciendo hasta estos momentos. Guíese por el resumen que le acabo de presentar y reiterar. Ponga lo suyo y enriquezca la propuesta. Empecemos a descubrir juntos una nueva y auténtica educación transformadora, profundamente liberadora. ES HORA DE TU PARTICIPACIÓN. La mayor de las traiciones es la indiferencia. Para que la educación sea nueva y transformadora y, lo aprendido se convierta en hecho cualitativo, debo llevar al niño y al joven a la interpretación y transformación de su realidad y él mismo debe ser un sujeto cambiado.

1 comentario:

  1. LA EDUCACIÓN "TRADICIONAL" RECORRE POR TODOS LOS POROS DE NUESTRA LLAMADA EDUCACIÓN "MODERNA" O "NUEVA":
    Para que la educación sea nueva y transformadora y, lo aprendido se convierta en hecho cualitativo, debo llevar al niño y al joven a la interpretación y transformación de su realidad y él mismo debe ser un sujeto cambiado.

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