1) comprensión,
2) asimilación,
3) retención,
4) razonamiento,
5) creación.
1) Comprensión: Comprender enteramente lo que se estudia es primordial para realizar un aprendizaje eficaz. La comprensión requiere: a) conocer el significado de las palabras, b) entender la frase, c) captar el encadenamiento de aquéllos con el resto del párrafo, d) distinguir en éste lo esencial y necesario.
2) Asimilación: Es un concepto más amplio que la simple memorización. Una persona asimila cuando lo que entendió lo convierte en algo propio, al igual que si estuviera en su pensamiento. La capacidad de asimilar es muy importante, pues es el estar consciente de por qué se dice y para qué se dice algo sobre un tema.
3) Retención: Es una de las funciones de la memoria entre la fijación y el recuerdo. De todas maneras debemos estar de acuerdo en que el estudio puramente memorístico y sin sentido en nuestros estudios no tiene valor alguno. Para retener algún material es necesario que lo comprendas, lo organices y lo hagas en forma inteligente. Por ello, se debe confeccionar un cuadro sinóptico, un resumen, una síntesis o un esquema, teniendo especial cuidado en realizar personalmente cualquiera de estos instrumentos de estudio.
4) Razonamiento: Sabemos que los términos, razonar y reflexionar, tienen el mismo significado; de ahí que en la actualidad se pone mucho acento en el aprendizaje reflexivo; hoy importa más la calidad que la cantidad de lo que se va a estudiar. Así, lo que antes se aprendía de memoria, hoy debe leerse con detenimiento pensando y encontrando las razones de las ideas, las que en la mayoría de los casos se apoyan en otras ideas que ya conocemos.
5) Creación: Es una combinación magnífica entre razonar e imaginar. Como todo esfuerzo intelectual, el acto de crear es penoso y difícil, pero ello no significa que es un don reservado para pocos privilegiados. De ahí que el estudiante deba tener una mente creativa y no olvidar los siguientes consejos:
1° Tener muy claro en la mente el objetivo que pretende crear.
2° Analizar todos los puntos de vista, considerando lo siguiente:
a. No limitar el libre juego de la imaginación.
b. Imaginar diferentes situaciones que puedan aplicarse al mismo asunto.
c. Apoyarse en ideas ya conocidas para buscar otras nuevas.
d. Buscar soluciones en las que el resultado sea igual a lo que se tuvo pensado hacer, ya sea aumentando, disminuyendo o sustituyendo alguno de sus elementos.
e. Imaginar justamente lo contrario de aquello.
f. Hacer múltiples consideraciones, con diferentes fines, en un mismo objeto.
3° Cuando no aparezca la solución buscada, hay que darle un descanso a nuestra mente. Después, gracias a nuestro subconsciente (que nunca deja de trabajar) se presentará lo que buscas.
4° Siempre hay que anotar las ideas que se nos ocurran en relación con un asunto, a fin de valorarlas y escoger la que más convenga.
Con todo, no conviene exagerar la importancia del método, hasta llegar a afirmar (como lo hicieron algunos) que la diferencia de las inteligencias se debía únicamente a los métodos que empleen.
Basta observar un grupo de jóvenes instruidos por el mismo profesor y sujetos a los mismos métodos, para convencerse de lo contrario.
El método supone la inteligencia que lo usa, no la crea. El método no da esas intuiciones luminosas que llevan al descubrimiento de una verdad nueva.
La ventaja que da el método consiste en hacer que la inteligencia de cada uno llegue con más prontitud y seguridad a un máximo relativo de conocimiento de la verdad, dentro de los límites de su capacidad. De ahí que luego abordemos el orden para detenernos en el estudiar y luego examinar el método de estudio.
miércoles, 24 de junio de 2009
INTELIGENCIA Y MÉTODO
INTELIGENCIA Y MÉTODO
Universidades españolas a distancia
"La firmeza de tu voluntad es el secreto de llevar a cabo las empresas más arduas; con esta firmeza comenzamos a dominarnos a nosotros mismos".
JAIME BALMES
José Ortega y Gasset (1883-1955) afirma que "la mayor parte de los hombres tiene una capacidad intelectual muy superior al ejercicio que hacen de ella. En general el intelecto está arrumado y enmohecido por desuso en un rincón de la persona. Suele vivir de fórmulas recibidas de fuera, y ni siquiera repensadas, que no han sido fabricadas por su máquina de pensar" (Obras completas).
El sacerdote jesuita Juan Maldonado, en el discurso de apertura de la Universidad de París el año 1571, al hablar de la importancia del método en el trabajo intelectual dice: "sin duda que para la inteligencia de cualquier clase de disciplinas es grande la importancia del talento; tal vez mayor aún la de la constancia en el trabajo; de mucho sirven los buenos profesores; grande es la ayuda que prestan los buenos libros; pero el profesor con arte y método en el aprendizaje tiene por sí solo tanta importancia, cuanto todas las otras ayudas juntas" (Opera varia Theologica, 1677).
Para estudiar basta una inteligencia normal, cuya capacidad y poder va aumentando según se la va cultivando a través de los diferentes actos:
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