Periodismo bravucón
Por Luis Torres Montero
www.malaspalabras.pe
El reportero Martín Riepl (de “Reporte Semanal”, shanel 2) trató a Q'orianka Waira Qoiana Kilcher (19), la actriz y cantante norteamericana de ascendencia peruana-suiza, con la delicadeza de un mercenario preguntón.
La que vino de lejos para dar su apoyo a los reclamos amazónicos se lleva un mal recuerdo del bravucón. Déjenlo, él es machito, bacán, preguntón entrampado con Ivcher, con su chivita de intelectual Starbucksrats, no pasando de ser un pipope tornasolado (Tá bien que seas papirriki, mostrando el ‘fierro’ rojito en el feisbuk, pero esa actitud vandálica te dibujó de cuerpo entero).
Les cuento: Vio a Q'orianka en la lleca y le puso el micrófono como si fuera una procesada apenas liberada.
¿Qué le hizo la “Pocahontas”, la del filme The New World (2005)? Acaso el ser entenado de las órbitas intelectuales fascistas de Aldo Mariátegui y su grandfather in love with rasca rasca, Bedoya Ugarteche, esos de ortigas donde muere la virilidad.
Según él, Kilcher no puede opinar si desconoce a pie juntillas lo que un abogado especializado sabe del decreto 1090.
¿Pretende que sepa más que la prensa local del número de muertos nativos? ¿Qué no puede hablar del genocidio? Cuando le preguntó: “¿qué pasaría si en tu país toman las pistas?”, tienes que saber, que ella es más peruana que tú, pues a su edad tú seguramente estabas piropeando, ventilando los cinco dedos de furia.
Y encima se metió con su mami, diciéndole: “si usted le tira una piedra a un policía en Alemania qué pasaría”.
Claro que una matanza, sin duda, no se llevaría a cabo. Sin querer, lo justificas a Alan y te alineas y no me salgas con que la labor del periodista y pisa mi skate en curva del diablo, bro.
Martín se quedó helado cuando Kilcher le respondió: “no voy a hablar contigo porque tú eres de los medios que miente y ataca al pueblo”. Sóbate en estreno mundial, chocherita, pá afuera con ese periodismo.
La que vino de lejos para dar su apoyo a los reclamos amazónicos se lleva un mal recuerdo del bravucón. Déjenlo, él es machito, bacán, preguntón entrampado con Ivcher, con su chivita de intelectual Starbucksrats, no pasando de ser un pipope tornasolado (Tá bien que seas papirriki, mostrando el ‘fierro’ rojito en el feisbuk, pero esa actitud vandálica te dibujó de cuerpo entero).
Les cuento: Vio a Q'orianka en la lleca y le puso el micrófono como si fuera una procesada apenas liberada.
¿Qué le hizo la “Pocahontas”, la del filme The New World (2005)? Acaso el ser entenado de las órbitas intelectuales fascistas de Aldo Mariátegui y su grandfather in love with rasca rasca, Bedoya Ugarteche, esos de ortigas donde muere la virilidad.
Según él, Kilcher no puede opinar si desconoce a pie juntillas lo que un abogado especializado sabe del decreto 1090.
¿Pretende que sepa más que la prensa local del número de muertos nativos? ¿Qué no puede hablar del genocidio? Cuando le preguntó: “¿qué pasaría si en tu país toman las pistas?”, tienes que saber, que ella es más peruana que tú, pues a su edad tú seguramente estabas piropeando, ventilando los cinco dedos de furia.
Y encima se metió con su mami, diciéndole: “si usted le tira una piedra a un policía en Alemania qué pasaría”.
Claro que una matanza, sin duda, no se llevaría a cabo. Sin querer, lo justificas a Alan y te alineas y no me salgas con que la labor del periodista y pisa mi skate en curva del diablo, bro.
Martín se quedó helado cuando Kilcher le respondió: “no voy a hablar contigo porque tú eres de los medios que miente y ataca al pueblo”. Sóbate en estreno mundial, chocherita, pá afuera con ese periodismo. 
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