jueves, 11 de junio de 2009

EL CICLO DEL ESPACIO- TIEMPO (Parte I) Aplicación dialéctica

Aplicación Dialéctica Forjando la Sociedad Superior EL CICLO DEL ESPACIO- TIEMPO (Parte I) Por: Eleazar Mario López Mesones Chiclayo, 16.12.2008 Ante el advenimiento de un nuevo año terrestre, es útil y valioso reflexionar sobre el Ciclo del espacio-tiempo: pues, nada es, todo deviene en un eterno proceso. Percepción e interpretación histórica del espacio-tiempo. La percepción y consiguiente interpretación del espacio tiempo no ha sido la misma en las diferentes formaciones económico-sociales. Ha existido una interpretación diferente en función de las Concepciones generales y, más aún, de la sociedad contemporánea se tiene la unidad del espacio con el tiempo, como formas de la vastedad e infinitud de las propiedades de la materia, sustentadas en los dos pilares de la Física actual: la Mecánica Cuántica (estudio del Microcosmos, sus propiedades, partículas elementales, virtuales y las Fuerzas de Interacción: Fuerza electromagnética, Gravitatoria, Débil) y la Teoría de la Relatividad, sustentada por el genial Albert Einstein.

Serafín T. Meliujin, nos explica que en la finitud del espacio-tiempo, como formas de la eterna materia, se expresa la infinitud y le ha correspondido a la Física, elucidar esta categoría (Serafín T. Meliujin: El Problema de lo finito y lo infinito). La Teoría de la Relatividad afirma que ese tiempo único para todo el Universo no existe. Como la velocidad de propagación de interacciones es finita, los sucesos simultáneos en un sistema de coordenadas no serán simultáneos en otro sistema que se mueva con relación al primero; el ritmo del tiempo será distinto en dichos sistemas. Existe pues, una contradicción entre nuestro pensamiento sobre estas propiedades y formas de existencia de la materia: “Lo infinito es una contradicción y está lleno de contradicciones. Es ya una contradicción que lo infinito se componga solamente de magnitudes finitas y, sin embargo, así es. Si lo infinito no se compusiera de magnitudes finitas, no podría existir, pues no sería real. Precisamente porque lo infinito es contradictorio, constituye un proceso infinito que se desarrolla sin limitación en el tiempo y el espacio. El término de esa contradicción significaría el fin de lo infinito” (F. Engels: Anti-Dühring). Con la sociedad neolítica se generan los excedentes para generar la apropiación, la propiedad privada, las clases antagónicas y, también las condiciones cognoscitivas para el desarrollo de las bases de las Ciencias Naturales, con los Jonios y griegos entre el siglo séptimo al siglo quinto, antes de nuestra era, destacando: Tales de Mileto, Anaximandro, Pitágoras, Anaxágoras, Empédocles, Hipócrates, Demócrito, Platón, Aristóteles, Euclides, Aristarco, Arquímedes, Eratóstenes, Hiparco, Lucrecia, Tolomeo e Hipatia, una lumbrera para su tiempo, asesinada cruelmente durante el incendio de la Biblioteca de Alejandria, un extraodinario centro de documentación, depositario de la síntesis de conocimientos durante esa época (Carl Sagan: Cosmos).

También en China, Guo Shoujing, es uno de los más altos representantes de la Astronomía China y hacia el año 1280, destacó por condensar los conocimientos astronómicos de su época. Aztecas, Mayas, Incas y antiguos lambayecanos-Warmaka y su intelección del espacio-tiempo. Inicialmente, con la Agricultura y la Astronomía, Matemática y Física –con la Mecánica-, permitieron elaborar concepciones sobre las propiedades del espacio-tiempo. Así, los conquistadores españoles quedaron asombrados, cuando “Los aztecas tenían una arquitectura monumental, un sistema elaborado de registro de datos, un arte exquisito y un calendario astronómico superior a cualquiera de Europa.” El artista Albrecht Dürer, al ver los tesoros mexicanos que llegaron a España con el botín, afirmó en 1520: “No había visto nunca nada que me alegrara tanto el corazón. He visto…un sol totalmente de oro de una braza entera de ancho –el calendario astronómico azteca-; también una luna totalmente de plata, de igual tamaño”.

Y más aún, los intelectuales quedaron pasmados por los libros aztecas, que según dijo uno de ellos, se parecen casi a los egipcios (Carl Sagan: Cosmos). Los Inkas tenían como referente del tiempo a la Luna y sus fases: “Contaron los meses por lunas, de una luna nueva a la otra, y así llaman al mes quilla, también como a la luna. Dieron su nombre a cada mes; contaron los medio meses por la creciente y menguante de ella; contaron las semanas por los cuartos, aunque no tuvieron nombres para los días de la semana. Tuvieron cuenta por los eclipses de Sol y de la Luna, mas no alcanzaron las causas. Al día llamaron punchau y a la noche tuta, al amanecer pacari; tuvieron nombres para significar el alba y las demás partes del día y de la noche, como media noche y medio día(…)" (Garcilaso de la Vega: Comentarios Reales). Pero además, las actividades agrícolas permitieron relacionar mejor el trabajo con el manejo del espacio-tiempo y la experimentación: ahí tenemos al posible Centro Agro-Meteorológico de Moray, en el Cuzco, una maravilla tan avanzada, que recién se están efectuando estudios para conocer su funcionamiento e inclusive, hasta se le ha modelado.

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