El valor del quechua
Un incidente discriminador contra una congresista hablante de quechua y su forma de escribir ha puesto a esta lengua en la actualidad noticiosa.
¿Quiénes la hablan en Lima? ¿Cuál es el presente y el futuro del quechua? ¿Debería enseñarse en los colegios? Una cosa es cierta: está más extendida en la capital de lo que se cree.
Por Raúl Mendoza
El quechua está escondido en Lima. No se le ve, no se le nota, no se le encuentra. Pero existe y está en todo lugar. Nuestra cuatricentenaria capital –colonial, republicana, cosmopolita, pero también migrante– es la urbe con más cantidad de quechuahablantes que cualquier otra ciudad, región o país en el mundo. Los dos últimos censos han arrojado cifras similares sobre el tema: más de medio millón de personas con las cuales caminamos por las mismas calles hablan esta lengua.
La Lima del siglo XXI, colorida, abigarrada, caótica y discriminadora, es también multilingüe. Se habla español en la capital, pero también quechua, aymara y una que otra lengua menos conocida. “El quechua es la lengua mayoritaria de las lenguas minoritarias. En Lima, contra lo que se piensa por prejuicio, está en todos los estratos sociales. No solo en las zonas periféricas o pobres”, precisa Cecilia Rivera, antropóloga de la Universidad Católica que ha realizado estudios sobre el tema.
¿Qué pasa entonces que no oímos esta lengua al recorrer la ciudad? Ella lo ha explicado en la investigación “El quechua y sus hablantes”: “Si en Lima escuchamos alguito de quechua, ocurre en contextos y circunstancias muy especiales: una fiesta provincial, una conversación de migrantes en el terminal de buses, tal vez una broma en algún mercado popular o en la intimidad de algún hogar. Pero lo normal es lo contrario: escuchar solo castellano todo el tiempo”. ¿Qué pasa? La ciudad no le da ‘bola’ al quechua.
Para la investigadora si uno entrevistara a diez personas adultas en Lima, descubriría que por lo menos una de ellas habla quechua. Sobre este tema, cifras recientes señalaban que en San Juan de Lurigancho, donde se asentaron comunidades enteras huyendo de la violencia terrorista, hay unos 100 mil quechuahablantes. “Es un idioma oculto en la ciudad”, dice Cecilia Rivera. Un conocido blogger lingüista ha dicho sobre la gente que habla el ‘runasimi’: están ocultos pero, a menudo, ‘ocultados’.
Para el reconocido profesor de quechua Demetrio Tupac Yupanqui las razones para esta ‘invisibilidad’ son conocidas: la discriminación que existe contra un quechuahablante en la ciudad, el desprestigio que ellos atribuyen a su lengua frente al castellano, la falta de interés para enseñarle el idioma a la generación siguiente (le pasó a este redactor con sus padres). “Además es por la influencia del medio. Todo el quehacer en la ciudad se desarrolla en castellano. Los hijos de quechuahablantes no hallan motivos para aprenderlo”, dice Demetrio.
El quechua vuelve
En los últimos tiempos, algunos hechos le han dado al quechua presencia mediática y espacio para la discusión. Hace un par de años, dos congresistas quechuhablantes –Hilaria Supa y María Sumire– llegaron al Congreso y juraron en su lengua. Hace unos meses, una película peruana hablada mayoritariamente en quechua –”La teta asustada”– ganó un prestigioso premio en Alemania. Y hace unos días la parlamentaria Supa fue objeto de un ataque absurdo por sus problemas para escribir en castellano siendo quechuahablante.
Ahora sabemos que como ella hay miles en la capital. Y no hay razón para sentirse menos. Dependiendo del cristal con que se mire, lo quechua hoy puede hasta ser ‘fashion’. Hay un montón de negocios y marcas con nombres de esta lengua. La cusqueña Noemí Vizcardo lo aprendió en su natal Calcas y años después se ha convertido en una reconocida traductora e intérprete de textos quechuas. Hoy es la encargada de realizar esa tarea en el Congreso de la República. “Creo que recién el país empieza a tomar conciencia del valor de esta lengua. Ojalá que los jóvenes también”, dice.
¿Se está haciendo algo para que el quechua crezca, se reproduzca, vuelva a ser una lengua de la cual nos sintamos orgullosos? “Hay políticas de educación bilingüe en algunas regiones, pero no en Lima, a pesar de su importante población quechuahablante. Y no existen políticas de enseñanza de quechua como segunda lengua”, dice Cecilia Rivera. Por lo pronto, quien quiera aprender la antigua lengua de los incas tiene que hacerlo en las universidades que dictan cursos y en algunas academias.
El abogado Anibal Zúñiga ha sido alumno de la academia Yachay Wasi y es un convencido de que el quechua es necesario para profesionales que como él tienen chambas en que se tiene que tratar con quechuahablantes. “Tuve que hacer una campaña sobre temas tributarios en Ayacucho y estaba obligado a aprenderlo para entender a la gente. Si el Estado avanza hacia la descentralización, sus funcionarios tienen que mejorar la forma en que se relacionan con la población de estas zonas”, refiere.
Para la traductora Patricia Hare su aprendizaje del quechua como segunda lengua fue una decisión por motivos profesionales pero también porque es una peruana que considera “valiosa esta lengua, su legado cultural y todo lo que representa”. Ademas es su granito de arena para que el quechua no caiga en desuso y en cambio siga difundiéndose: “¿Por qué así como se ofrece el curso de inglés, no se ofrece el curso de quechua? Probablemente el inglés sea más útil, pero, caramba, estamos en el Perú, es nuestra lengua”.
¿Quechua para todos?
Alguna vez, a comienzos del siglo pasado, el quechua era hablado por cerca del 80% de la población peruana. Ya en la década del 40 lo hablaba el 51%, es decir, todavía era mayoritario. Actualmente, el quechua lo habla un 14% de todos los peruanos. Lo hablan más personas que antes, pero el porcentaje se ha reducido porque la población ha crecido. En ese contexto, en febrero pasado la Unesco llamó la atención sobre el peligro que corrían las lenguas peruanas. Y ya que el momento es propicio, se debe hacer algo.
Podrían considerarse algunas opciones:
1) La creación de una escuela oficial nacional de enseñanza del quechua, donde se enseñe el quechua como segunda lengua, se hagan traducciones y se recopile el acervo de esta lengua en teatro, música, entre otras cosas. Hoy no existe.
2) El establecimiento oficial de la enseñanza del quechua en los colegios. “Enseñar quechua y hacer programas bilingües sería importante. Ofrecerlo ahí donde no hay quechuahablantes sería valioso como política cultural, como señal de identidad”, dice Cecilia Rivera.
Algo se ha avanzado en el tema, pero aún no es suficiente. Google, el motor de búsqueda en internet, tiene una versión en quechua. Telefónica atiende llamadas en quechua, pero según uno de los entrevistados no pasa del saludo y la atención inicial. El Congreso tiene un departamento donde se traducen los proyectos de ley, el diario de debates, las intervenciones del día. Incluso las participaciones de Hilaria Supa y María Sumire, se traducen en directo. De eso se encarga Noemí Vizcardo, nuestra amiga cusqueña. Pero no todas las instituciones del Estado tienen gente así.
Los tiempos cambian y hoy está claro que el quechua puede ser usado en la vida diaria, puede ser necesario para mucha gente en su trabajo. Los policías, los funcionarios públicos, el administrador de una empresa minera, el relacionista comunitario, los médicos. “Runa simi rimayqa, apukunah rimaynin rimaymi” (el quechua es una lengua dulce, hermosa), escribe Demetrio Tupac Yupanqui. Y a continuación pone “Hatun kanaypahmi yachahqa thaskirishani” (Estoy yendo a estudiar para aprender). Imaginemos el futuro: eso podrían decir los escolares en Lima, algún día. Como su segundo idioma.
El quechua en el Perú
Según el censo 2007 del INEI, las regiones donde mayor cantidad de población lo aprendió en la niñez son las siguientes:
•Apurímac: 71.5%.
•Huancavelica: 64.6%.
•Ayacucho: 63.9%.
•Cusco: 52%.
•Puno: 38.5%.
•Ancash: 31.6%.
•Huánuco: 28.9 %.
Fuente: INEI 2007
El quechua nació en Lima
Algunos lingüistas, como Alfredo Torero y Rodolfo Cerrón Palomino, han planteado que la lengua quechua se originó en la costa central, probablemente en inmediaciones de Lima, hace unos 2,600 años. De ahí se habría expandido hacia la sierra central y al resto del país, promovida en parte por la administración inca. Hay otras hipótesis, pero esta sería la de mayor sustento. Diversos estimados señalan que en la actualidad cerca de 10 millones de personas hablan quechua en varios países de Sudamérica. La gran mayoría está concentrada en los países andinos centrales, Perú (4 millones 400 mil quechuahablantes), Ecuador (2 millones) y Bolivia (1 millón 500 mil), aunque también se habla en zonas de Argentina, Colombia y Chile. El quechua es también llamado ‘runasimi’ (lengua de los hombres) y en algunas crónicas antiguas se le califica como ‘lengua general’.
La República.
Saludos desde Puerto Rico. El idioma quechua me llama mucho la atención, quisiera aprender el quechua cuzqueño o el de Ayacucho. sin embargo, acá no se consigue absolutamente nada para aprender. Mi gente, tienen un país único y original, defiendan ese idioma, úsenlo. En muchos países del mundo se le está dando mucha importancia a sus lenguas nacionales y sus poblaciones son capaces de expresarse en más de un idioma.
ResponderEliminarMe gustaría que en el Perú se aplicara la política lingüística de Cataluña para hacer valer su idioma frente al resto de España. Son un ejemplo a seguir. A quien le interese, que visite la web del gobierno catalán y que vea cómo lo llevan. Han hecho un trabajo de muchos años, contra viento y marea, pero se puede decir que lo han logrado y todos los catalanoparlantes están muy orgullosos de ser "diferentes" (nada de avergonzarse, ni se les ocurre!). Todo esto con campañas tipo sensibilización y con leyes a la par.
ResponderEliminarBrenda
ESTOY HACIENDO UN TRABAJO DEL QUECHUA. BILINGÜISMO, CONFLICTO LIGNGúistico,et...
ResponderEliminaresta bueno muy buenicimo
ResponderEliminarestoy muy orgullosa de haber nacido en cusco
ResponderEliminar