La marcha concluyó en el exterior del Bella Center, sede de la cumbre climática de la ONU, que será clausurada el día 18 de diciembre. Allí, en una tarima aparecieron políticos, sindicalistas, indígenas, pacifistas y miembros de ONG para recordar a los líderes mundiales la necesidad de un acuerdo por la gravedad de los efectos del cambio climático, una cuestión de "derechos humanos", en palabras de la ex presidenta de Irlanda Mary Robinson. Robinson y el arzobispo sudafricano Desmond Tutu presidieron una vigilia especial en el exterior del Bella Center para crear un mar de velas y entregar a los negociadores y líderes mundiales un mensaje global a favor de un acuerdo climático. La gran manifestación de Copenhague, la más numerosa registrada en muchos años en Dinamarca, formó parte de un día global de acciones en más de 130 países, que incluyeron vigilias similares en ciudades como Kabul, Madagascar o Jerusalén. La vigilia en los exteriores del Bella Center culminó con una manifestación, que transcurrió rodeada de un fuerte cordón policial y en la que sólo se registraron algunos incidentes al comienzo. La Policía danesa detuvo a unas 400 personas de distintas nacionalidades, en una acción preventiva en la que aisló la cola de la manifestación, después de que se sumara a la marcha un grupo de activistas del "bloque negro" enmascarados. Los activistas habían lanzado piedras y petardos contra edificios próximos como el Ministerio de Asuntos Exteriores y la Bolsa. Bloqueos y detenidos por cambio climático La Policía informó de que hoy se han practicado más detenciones en otros puntos de la ciudad, por lo que la cifra final de arrestados, tanto en acciones preventivas como de otro tipo, es por el momento desconocida aunque "significativa". El grupo "Climate Collective" ha anunciado para mañana una acción para bloquear las actividades comerciales del puerto de Copenhague, otra de las actividades principales de protesta convocada durante la cumbre en la capital danesa. A la manifestación se adhirieron 516 organizaciones de 67 países, desde sindicatos a ONG, grupos indígenas, pacifistas, antinucleares, comunistas, anarquistas y anticapitalistas, entre otros, que lucieron pancartas y gritaron lemas variopintos.
"El mundo quiere un acuerdo real", "Salvemos a los humanos", "Acción ahora", "No hay Planeta B" y "Otro mundo es posible" fueron algunas de las consignas en papel y en palabras que se mostraron durante la marcha de 6 kilómetros que transcurrió desde la plaza de Christiansborg, sede del Parlamento danés, hasta el Bella Center. "Millones de personas ya están perdiendo sus hogares por la subida del nivel del mar. No podemos desaprovechar esta oportunidad para evitar el cambio climático fuera de control. A los más de ciento veinte jefes de Estado que llegarán la próxima semana a Copenhague les decimos: es el momento de unirse y cambiar el futuro", declaró Kumi Naidoo, responsable de Greenpeace. Naidoo fue uno de los oradores en el escenario de Christiansborg, que precedió a la salida de la marcha, llena de colorido, de disfraces y de música para enviar un mensaje unitario a favor de un acuerdo climático y de la salvación del Planeta. EFE
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