Copenhague (DPA). Los países en vías de desarrollo reunidos en el llamado Grupo de los 77 (G77) criticaron a Dinamarca como país anfitrión de la cumbre, al que reprocharon representar los intereses “unilaterales” de algunos Estados, según declaraciones que publica hoy el diario danés “Politiken”. Lumumba Stanislaus Di-Aping, portavoz sudanés del G77, señaló que no es “productivo” que el primer ministro danés, Lars Lkke Rasmussen, “promueva y proteja unilateralmente los intereses de un cierto grupo de Estados” y mencionó concretamente Estados Unidos y la Unión Europea. “El texto atenta contra todo por lo que hemos abogado antes de esta cumbre”, añadió y arremetió contra los objetivos colonialistas, que a su modo de ver se han establecido también en política climática. Dinamarca ha presentado “documentos desequilibrados” como base para trabajar en las negociaciones de la cumbre, apuntó Di-Aping. Los daneses deberían apostar por un nuevo acuerdo climático en lugar de por una continuación del Protocolo de Kyoto, agregó, que busca imponer a los países subdesarrollados obligaciones para la reducción de CO2 y gases de efecto invernadero. No obstante, de momento descartó la temida retirada de los países en vías de desarrollo de la conferencia climática de la ONU en Copenhague. LA REACCIÓN DEL ANFITRIÓN Ahora los anfitriones daneses se esfuerzan por apaciguar los ánimos. Circularon muchos documentos distintos con los que se quiso tantear posibles márgenes para la negociación, trascendió del entorno de la presidenta danesa de la cumbre, Connie Hedegaard. Por su parte, el secretario ejecutivo de la Convención sobre Cambio Climático de Naciones Unidas, Yvo de Boer, se apresuró a señalar que el texto es sólo un “borrador informal para un pequeño círculo de comentadores”.
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