domingo, 18 de octubre de 2009

♣ DIVERSIDAD DE MONTAÑAS EN LAMBAYEQUE

DIVERSIDAD DE MONTAÑAS EN LAMBAYEQUE Por: Eleazar Mario López Mesones Chiclayo, 15 de octubre, 2009 PARTE I En Lambayeque, las montañas ubicadas en la zona andina, tienen una extraordinaria heterogeneidad natural, con la Nefelohilea yla Jalca –con el ecotono del Páramo-: paisajes únicos de la Región, de importancia nacional y mundial, ubicadas en una superficie que no excede el 7% con respecto al área total del territorio de Lambayeque. En esta Zona, vive el campesinado, en condiciones de pobreza extrema, según la versión del INEI, con desnutrición de hasta más de 70% los niños y, una secuela de analfabetismo muy alta. Aún, así, el campesinado, conserva los recursos naturales, su cultura y la lengua Quechua; con la Historia Social, el Arte, sus Danzas y su Cosmovisión. Sintetizando la milenaria práctica transformadora y los conocimientos del campesinado, N.I. Vavílov, demostró que la agricultura surgió en las montañas de los subtrópicos y trópicos, donde existían óptimas condiciones ambientales (calor, radiación solar, humedad, agua, feracidad del suelo) para el “cruce” de los cereales silvestres alejados por las condiciones ecológicas (zonalidad altitudinal), pero adyacentes territorialmente. (A.M. Riábchikov. (1976). Estructura y Dinámica de la Esfera Geográfica). Además, en Lambayeque, los Huancabamba (Wankapampa), del actual Piura, hace siglos fundaron con los Warmaka, los poblados de Kañaris e Inkawasi. Y los Cañarenses, también en tiempos precoloniales, domeñaron las mágicas montañas andinas, con los pueblos de Inkawasi: Congona, un antiquísimo Centro Ceremonial, estudiado por el Antropólogo, Pedro Alva Mariñas, es un sitio arqueológico en plena montaña y Chiñama, un extenso espacio con petroglifos y figuras estelares, confirman el notable avance del campesinado andino, primigenio en la zona andina; pero, también, en la cuenca de Moyán, Laquipampa, exhibe evidencias arqueológicas muy antiguas. Y en los pisos ecológicos más altos, donde el viento ulula sin cesar, llevándose las palabras cuando se conversa, está el Páramo, con mesetas de pastizales, bofedales y las lagunas de origen glaciar –del Pleistoceno-: Tembladera, Quinsa Cocha y Shin Shin; con flora de Quiñuajeros, en las oquedades montañosas. Correlación entre la zonalidad de las montañas y las llanuras. Desde tiempos de Lauricocha, Guitarrero y Paiján, el conocimiento de los pisos ecológicos de altura, se ha profundizado. Hasta el momento, los registros paleoantropológicos, de los más antiguos fósiles humanos en el Perú, corresponden a osamentas y artefactos encontrados en las Montañas Andinas del Sur del país. Entre las cuencas altas, donde se originan los cursos de agua y, los bosques secos ecuatoriales, existen rasgos similares y diferencias esenciales (A.M. Riábchikov, obr. cit.). Así, el calor, disminuye con la altura y, con ascenso a las cotas más elevadas, se reduce el espesor de la atmósfera, así como la densidad del aire, el contenido del polvo, los vapores de agua y de gas carbónico; incrementándose la intensidad de la radiación solar en aproximadamente un 10% por cada mil metros de altura. La cantidad de rayos ultravioletas aumenta con la altura, incidiendo en aumentar la fotosíntesis y la pureza del aire, reduciéndose la cantidad de bacterias. Sin embargo, la erosión, se intensifica. Por esto, la deforestación impacta negativamente en este medio natural, destruyendo los ecosistemas y principalmente, los bosques húmedos montanos. Las precipitaciones pluviales se incrementan y existen registros del Ministerio de Agricultura para Huacapampa y Gramalote –en Kañaris- de promedios de casi 1500 mm/año de precipitación pluvial con un estimado de ocho meses de lluvias. Cueva Blanca, en Inkawasi, donde existe una estación meteorológica del SENAMHI, nos proporciona una extraordinaria base de datos sobre la cantidad de lluvias en los pisos montanos. En el transecto de Maraywaka hacia Mamagpampa, en plena Cordillera Occidental de los Andes, se confirma esta situación. Cuando se asciende, desde los valles de Motupe, hasta Chiñama y después, hacia Pozuzo, se notan las diferencias de los factores ambientales. Lo mismo sucede en el transecto de Pucará, hasta la cima del más elevado cerro de Lambayeque: el cerro San Lorenzo, con un B.M. de 4061 msnm, donde están los increíbles paisajes montañosos de Fiordos y Montes Islas, como los Tepuyes venezolanos.En la geoforma o cerro, Tongod, se observa una muestra de impresionante Monte Isla, ornamentado por bromelias y cactáceas ovoides, localizado en la Cuenca del río La Leche. La Geografías Física nos explica, que las montañas, en el Perú, se originaron a partir de las llanuras y, en Lambayeque, la conformación de la Cordillera Occidental de los Andes, en el Mioceno, hace unos 35 millones de años atrás, modeló los paisajes montañosos. Después, hace un millón de años atrás, en el Pleistoceno, cuando los glaciares cubrían la Región Andina de Lambayeque, en la Cordillera de Tembladera, Shin Shin, Maraywaka, hasta los valles del actual Chiñama. Los glaciares se extendían en aquél Período Geológico, desde las cimas del Huancabamba hasta Cajamarca, en los pisos más altos. Como parte de los sistemas montañosos, tenemos la Deflexión de Huancabamba, originada por la colisión de las placas tectónicas. En el piedemonte de esta impresionante Deflexión, donde la Cordillera Occidental de los Andes cambia de rumbo y tiene sus cotas más bajas (casi 1244 msnm), están las colinas de Ñaupe en Olmos, La Succha y, parte de los valles andinos entre Motupe-Olmos, hasta Chiñama. Desde este último Centro Poblado, se observan las cadenas de montañas que rematan en esta Deflexión.

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