lunes, 26 de octubre de 2009

♣ PLANTAS ALIMENTICIAS Y MEDICINALES EN LAMBAYEQUE

AMBIENTE Y PLANTAS ALIMENTICIAS EN LAMBAYEQUE Envio especial. Por: Eleazar Mario López Mesones Chiclayo, 26 de octubre, 2009 Constituye un imperativo científico estudiar y conservar las plantas alimenticias; identificadas, seleccionadas, preservadas y cultivadas por el campesinado andino, amazónico y, por supuesto, lambayecano: ahí está nuestra tarea central. Por eso, debemos partir de los conocimientos milenarios obtenidos por el campesinado, a través de la práctica productiva transformadora, de los cultivos y sus propiedades alimenticias. Los campesinos en el país, son la verdadera fuente ´´infinita de creatividad´´, según JM Arguedas Altamirano y, el devenir histórico, lo ha confirmado: desde los tiempos de la Formación Económico Social de Lauricocha, Guitarrero, Toquepala; las masas campesinas, han estado continua y dinámicamente, transformando a la Naturaleza, en el aspecto botánico, identificando, seleccionando y utilizando, los Recursos Fotoquímicos y, los Nutrimentos y más aún, sus Aleloquímicos y Fitohormonas: ahí está la contribución mundial de los Aleloquímicos de Quinona, en el árbol de la Quina o Cascarilla, –Género Cinchona, los forestales del Palo de Balsa, la insuperable Caoba, el Ishpingo, Acerillo, Nogal, Algarrobo, Zapote, Aguaje, Palmera Tarapoto, Mango Ciruelo, Granadilla Real, Huingo o Tutuma, Achiote, Wanarpu y, los nutrimentos de la delicia mundial: la papa, camote, arracacha, camote, oca, y, hasta el llacón y, pituca ;especias como la fragancia de la cucurbitácea del Loche, el Sacha Culantro y la aromática Charapita, un ají procedente de la Región San Martín, con unos aleloquímicos saturados de Capsaicina, un picor agradable que genera una sinergia en la adrenalina y dopamina; con el Sacha Inchi, manantial de lípidos, Omega. Entonces, nosotros los Maestros, tenemos el deber y la tarea histórica de establecer los Jardines de Recursos Filogenéticos en cada Escuela, en cada Piso Ecológico, para estudiar y conservar estas maravillas botánicas de la Naturaleza peruana y, en perspectiva, contar con la Red de Jardines de Recursos Filogenéticos, para Estudiar, Aprehender en el Nivel de Análisis-Síntesis y, Transformar. Esta es nuestra Tarea Central. De manera, que el CONARE SUTEP, debe y tiene, así como lo está haciendo, de Investigar, Organizar, Estudiar y Luchar. En la Escuela de Huayopampa, el Maestro Germán Caro Ríos, concretó está aspiración; demostrando, que el Sindicato de Maestros, debe bregar por Reinvindicaciones y, también construir Soluciones, demandadas por la Comunidad. 1. Perspectiva histórica. Los cultivos actuales, de origen peruano y sudamericano, son resultado de una intensa práctica agrícola milenaria, realizada también en Lambayeque. Como prueba de lo afirmado, están los canales antiquísimos del Taymi; embalses en Raka Rumi, antiguas áreas agrícolas sin uso, como Apurlec, Purulén, Areas adyacentes al cerro Corbacho –Cayaltí-Zaña-, (Ramírez Prado, Fidel & Deza Rivasplata, Jaime, Cuando los Desiertos eran Bosques, UAP), “Pampas de San Nicolás” –Cayaltí-Zaña-, Mocupe-Lagunas, el sitio arqueológico de Cerrillos –en llanuras de Reque- y, también, en las pampas de las ciudades costeñas, aún continúan los vestigios de inmensas superficies de anterior uso agrícola (caso de Waka Bandera, cerro Escute: en Pacora); inclusive, los profundos conocimientos de ingeniería hidráulica, permitieron efectuar obras de infraestructura de riego en las cuencas del río La Leche y del río Tokras.
TAYMY
También, las representaciones divinizadas, como el “Cóndor de Oyotún”, los Centros Ceremoniales del cerro La Guitarra –Lagunas- y del cerro Corbacho; así, como el relevante y amplio Centro Ceremonial Astronómico, construido con Petroglifos, en Chiñama, Santa Elena y Naranjo –Kañaris-, con figuras humanas: en una roca plana, de casi un metro cincuenta de altura, existen en bajo relieve, frente a frente, las representaciones de una mujer desnuda y de un hombre –en el caserío de Naranjo-; pero lo más fascinante, son sus constelaciones, grabadas en las rocas, en forma ovoide. Tuve la oportunidad de salir a observar estos petroglifos, el año 1997 y, recorrer los cientos de figuras esculpidas por aquellos artistas campesinos de épocas pretéritas. Tan avanzados fueron, que hasta ahora, elucubramos una serie de tentativas explicaciones, sin llegar a sustentar con sencillez, con qué finalidad los construyeron. Atrás han quedado los caminos de Batán Grande y Pátapo, con sus extraordinarias obras de riego y cultivo. Sólo lasWakas, perennizan estos magníficos adelantos agrícolas. Por supuesto, las características de los ambientes, vegetación, flora y fauna eran diferentes. Los preciosos Wakos Cupisnique, Mochicas, Chimú y de Nazca, nos brindan una auténtica información y registro de la flora, fauna, caza, pesca y cultivos de aquellos tiempos. Así, tenemos el caso de los primates Cotomonos, muy representados en los Wakos Mochicas; hoy casi extintos en Lambayeque y, sólo muy raramente, están en la Montaña –un Bosque Relicto Montano de La Palma, en Wakapampa, Kañaris-. 2. Cambiantes ambientes en el tiempo geológico. Los cronistas españoles hace más de 500 años, observaron y anotaron muy bien, las variaciones climáticas de aquellas épocas y, por ellos, nos informamos, que había “nieve perpetua” en las alturas de Huancabamba y Cajamarca. Hoy, con el retroceso de los glaciares y la ablación de la zona criógena, la realidad es otra: sólo sequía y Relicto de queñuales, con ánades –patos silvestres-, en humedales casi desaparecidos. El análisis de los testigos de perforación en el nevado de Quelccaya, revelan que en los últimos 1500 años, el territorio peruano, pasó por períodos de sequía a otros de períodos períodos de intensas lluvias, con etapas secas de casi cuatro siglos, entre los años 1160 a 1500, con su máxima intensidad entre los años 1250 a 1310. Estos factores climáticos adversos fueron superados por las fuerzas productivas (conocimientos agroclimáticos y de ingeniería hidráulica) y las relaciones de producción de los Inkas (Ayllu, trabajo comunitario, sistemas de Mitmakuna, planificación de cultivos), desarrollando la productividad, en condiciones climáticas de sequía. Cuando llegaron los Conquistadores españoles, se iniciaba en el país, una etapa de humedad, que duraría hasta mediados del siglo XVIII, (Santiago E. Antúnez De Mayolo R, Regeneración de Agua y Suelo y sus Efectos en la Alimentación, 1988). Esto quiere decir, que son las relaciones de producción, determinantes para transformar a la Naturaleza en interacción dialéctica con las Fuerzas Productivas; pero no se puede negar, que como parte de los Ciclos, en el Perú, se han presentado y siguen desarrollándose los cambios Geológicos, Climáticos y, las Sucesiones Ecológicas, con la Evolución y la Extinción de especies, caso de los paleomegamamíferos sudamericanos, incluyendo a los mastodontes de Pítipo (Ferreñafe), los equinos primitivos, paleocamélidos, aves como el importante “Pavo costeño” –predominante hace 500 años en Tumbes, Piura y Lambayeque y ahora, extinto- e inclusive las poblaciones de Cascarilla y Saucecillo en la zona andina de Kañaris (en la década del cincuenta, había un caserío conocido como Saucecillo, en alusión al Podocarpus oleifolius, cerca de Wakapampa, ámbito del distrito de Kañaris, Lambayeque). Ya hemos mencionado, que los Cotomonos y primates menores, ahora casi extintos y confinados a los escasos Bosques Montano Relicto de la Sub Cuenca Alta del Huancabamba, en La Palma, Kañaris. Así tenemos, que Raimondi, hacia 1868, refería que en Túcume, se quejaban muchísimo de que “no hay agua ni para apagar la sed” y, en Jayanca, “Los algarrobos han muerto en gran parte” Y, el Ing° Charles Sutton, calculó que el valle de Zaña, llegó a tener 28000 Ha. Bajo riego en tiempos antiguos y, el año 1977, se estimaba en 14,960 Ha. Bajo riego, la superficie agrícola cultivada, (Santiago Antúnez De Mayolo R., Ob. Cit.). Frente a estos cambios, Santiago E. Antúnez De Mayolo, ha planteado la Tesis de la Aridización, relacionada con una carencia de lluvias, originada por el “anticiclón subtropical del Pacífico Sur, que simultáneamente acondiciona: a)los vientos fríos de sur a norte, b) un fenómeno de subsidencia, y c) la formación de las corrientes peruanas costeras y de altura y, se “supone (Antúnez 1976) que el proceso de progresiva aridización, es debido a la traslación que efectúa la placa de Nazca de Oeste hacia el Este, a la que se opone el desplazamiento que del Este hacia el Oeste efectúa la placa de América…” (S. A. De Mayolo, Ob. Cit.). 3. Principales Plantas alimenticias en Lambayeque. Chirimoyas de seis a siete kg. en Limapampa –Wakapampa-; piñas silvestres –o Piña de Zorro-, pequeñas, de mesodermo blanquecino, cubiertas con bastantes espinas, en San Cristóbal –Wakapampa, Kañaris-, muy ácidas, pero comestibles. He tenido la ocasión de colectarlas en su hábitat y consumirlas después, su aroma es muy penetrante. Granadillas, paltas andinas –con las expediciones a los bosques, encontré en Shiqshiapampa, Wakapampa, un árbol de Paltillo, con sus frutos silvestres de palta (eran amargas y la pepa, muy grande, esférica); la Guaba, el tumbo andino, con su fragancia inconfundible; Muñuño, cerca al Centro Poblado de Wakapampa, está el caserío de Muñuño, en alusión a este árbol; Purushko, Granadilla de Monte, Granadilla del Zorro, Pajuro, Lanche, una especie tiene los frutos en forma de bayas, muy agradables y, del Lanchi Rumi, se prepara una agradable y aromática infusión; zarzamoras, de una especie: Mullaka, se prepara Chicha; Shúkupe –una especie de carica silvestre-; yucas, pituca, achira, ataqo –una amarantácea, con cuyas hojas, se prepara un delicioso guiso, el infaltable pajuro, (existen diversas especies, pero sólo una es comestible, por cuanto amarga menos), el tomate de árbol, la Pitajaya, el maiz, las ocas, ollucos, papas, racachas; (el poblador Kañarense, Víctor Edgar Quispe Huamán, afirma, que en su chacra, sin que la cultiven, se desarrolla una variedad de papa silvestre); las cucurbitáceas, como el chinche, son muy cultivadas por el campesinado andino, resaltando el Chiuche, una cucurbitácea ovoide, consumida en conserva (dulce de Chiuche) y, en sopas. Se conoce también, el Chiuche Cangado, que consiste en asar los chiuches para comer su pulpa y, el zapallo Chuyán, de cáscara muy dura. Con este zapallo, pequeño, se elabora con miel de caña de azúcar una conserva muy agradable. Los pepinos, cultivados hasta casi a los dos metros sobre el nivel del mar, en Shiqshiapampa, Wakapampa, Kañaris. El Llacón. Mashua, tarwi, Kiwicha, puspo –frijol andino-; además del uso de las hojas de orquídeas para preparar humitas, al igual que las hojas de los “Tuyos”, unas hojas muy grandes de las gigantescas bromelias, muy apreciada por los Osos de Anteojos. Son, pues, Cultivos representativos de la zona andina de Lambayeque.
CHIRIMOYA
Pero, la exquisita Guanábana, es muy apreciada desde tiempos pretéritos por su exquisitez y rara forma de madurar, sólo en el árbol. Cerca al distrito de Manuel Antonio Mesones Muro, en Ferreñafe, se localiza el poblado de Guanabal, de terrenos muy fértiles para la agricultura. Muy representada en los ceramios mochicas. En el valle de Chilasque, camino a la cuesta La Llorona, se han cultivado muy bien, los árboles de Guanábana y, los he visto en plena fructificación. La Palta, con diversas variedades en la Costa, resaltando la Palta Rugosa, con una tonalidad casi morada al madurar, en los valles del Chancay, Zaña, Motupe, La Leche (en Purulén se han encontrado vestigios de palta de aproximadamente 3000 años de antigüedad), ( Llatas Quiroz, Santos, Botánica Fanerogámica, Lambayeque, 2005); el mamey, frondoso árbol, que demora siete-ocho años para fructificar, muy apreciado por sus aromáticos frutos y, de ahí la exclamación: “…De mamey”, para referirse a un evento extraordinario. Con sus frutos se preparan conservas y la chicha de mamey. En Laquipampa, observé el Achiote, cuyos frutos se usan como condimentos, de color ocre-rojizo. Está ampliamente distribuido en las zonas interandinas e incluso, lo he visto desarrollarse en Cayaltí. El maní, perennizado en la ornamentística de Sipán. Su concentración de lípidos es muy alta. La Lúcuma, ampliamente cultivada en la zona andina. En Ica están las variedades mejoradas con semillas de Ayacucho. Fructifican a los tres años. Las cucurbitáceas, como el aromático Loche rugoso, una delicia gastronómica, insustituible, en la cocina norteña para adobar el “Cabrito” y el Puré de Loche. Han tenido su apogeo en los valles de la Costa y, de Lagunas, de obtienen los famosos Zapallos Macre, gigantescos y hoy, escasos en los mercados, como los vendían enteros, en décadas pasadas. Sus semillas tostadas, también son consumidas.
ACHIOTE El camote, muy aprovechado desde tiempos inmemoriales. Cuando se cultivan en las cuencas altas, disminuyen sus polisacáridos. Recientemente, se hizo pública la noticia de un camote cultivado de 15 kg. de masa. Destacan los famosos camotes anaranjado, morado y blanco. Es infaltable para complementar el Cebiche. Como condimento tenemos al Huacatay o Shin Shil y, al ají, relevante fruto con alto contenido de Capsaicina, como el Rocoto, Cerezo y, el “…de mono”. Este último, que alude al genital del mono, tiene una altísima concentración de ácidos orgánicos y, es por eso, que se debe comer con sumo cuidado, generalmente con el Cebiche. Jamás debemos omitir, los frutos de algarrobo, pues con éstos, se elaboró desde el pan hasta la chicha de algarrobo. Tampoco podía faltar, la papaya, la guayaba, el girasol, el Marañón –introducido desde la Amazonia-, el pallar –aún falta continuar los estudios sobre la posible escritura pallariforme-, la ciruela Cansaboca, el espléndido Tumbo costeño. Esta es una muestra de lo que cultivamos y usamos en nuestros alimentos. Está en nuestra decisión conservar estos preciosos recursos fitogenéticos, fruto de nuestro pueblo y síntesis del campesinado.

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