jueves, 30 de octubre de 2008

GESTIÓN EDUCATIVA, UN LOGRO PENDIENTE

Por Carlos Villacorta V.
Salvando algunas excepciones honrosas, las direcciones y subdirecciones de las instituciones educativas, son un fastidio permanente. Peor si éstas se convierten en agencias autoritarias, convirtiendo las gestiones en un acto desagradable y desarmonizante. Seguramente siguen el mal ejemplo de sus instancias superiores o de la gestión en general del país. ¿Eso también haces, tú maestro, en tu aula? !Reflexiona! o prefieres hacer lo que observas en al imagen. Te felicito.
El Perú es una extensa prisión administrativa, donde la gestión es un martirio. Escuchar es la habilidad para desviar o simplemente para imponer. Un sistema donde los que tienen dinero abusan de la ley y las normas y para el ciudadano común no se hace nada, porque “no lo dice la ley”. Sin ningún tipo de iniciativa, orientación y consideraciones con la realidad, imponen las normas y directivas a pie juntillas, en una flagrante agresión al necesario e indispensable sentido común y como tal agraden a las personas, convirtiendo las instituciones en un antro del desorden y el desánimo y, las normas y directivas en sus dioses. En el caso del seguro social, que son centros de la salud, es patético, la gestión es algo aberrante, el pobre enfermo, pierde lo poco de paciente que le queda y agrava más su situación de salud.
Esto te sucede Señor Director, Subdirector o funcionario. Medita.
En el caso de nuestras instituciones educativas, este tipo de gestión y administración, son una traba intelectual al trabajo pedagógico de calidad. Los malos directores y subdirectores aluden siempre a las normas y directivas, para hacer las cosas, ante alguna sugerencia o iniciativa novedosa de los docentes. En todo caso dicen “voy a consultar”, buscando inferir sutilmente lo que ellos tienen dentro, un amor enfermizo al cargo, tienen miedo de perder su puestecito; recurren a la amenaza y el miedo de la sanción, ya sea velada o de frente, en una clara confusión entre autoridad y autoritarismo. Ahora bien, no se quiere decir que no se cumpla con la ley o estamos pretendiendo que haya anarquía. Nada más lejos de la verdad. Por el contrario. Anarquía ya existe. Buscamos más bien la armonía en el cumplimiento de la ley y la realidad y los objetivos estratégicos que es inexistente por el supuesto del manejo técnico. “Yo soy técnico” dicen algunos, sin conocer absolutamente nada de lo que ello significa o para esconder sus limitaciones cognitivas. Precisamente, lo técnico, es el conjunto de actividades y tareas estratégicas y operativas para gestionar correctamente y conducir los recursos, armonizando los medios, que son los propios recursos, procesos y actividades, con los fines que son los objetivos o propósitos a alcanzar. Por tanto, técnicamente hablando, no sólo nos estamos refiriendo a los procedimientos practicistas, sino al manejo teórico y práctico de lo que queremos hacer, en este caso de la gestión. La buena gestión o el buen administrador será el que sabe interactuar los dos aspectos indispensables que tiene toda gestión: La estratégica, que son los objetivos bien definidos y la operativa, que son las acciones y procedimientos para llegar al objetivo y, si estos se amparan fundamentalmente en la realidad y necesidades del usuario, será dialéctica y científica, dándole a la gestión, en nuestro caso, educativa, una sensación y sobre todo definición amplia, fresca y cooperativa. Por otro lado, un buen Director de institución educativa sólo debe tener tres características básicas para empezar su labor de gestión. Lo demás lo dará la práctica: 1.- Democrático-crítico.- Buscador en el desarrollo de su habilidad para coordinar, escuchando y promoviendo todos los puntos de vista. Debe ser un promotor de la participación. El mito del “buen profesor” del que no dice nada, no critica y se dedica en exclusivo a su aula debe desaparecer. 2.- Científico renovador.- Saber cuando aplica una directiva en todas sus letras y cuando la conjuga con la realidad. Un buen gestor, distingue claramente, normas y directivas de función y normas y directivas de consenso Los seguidistas a pie juntillas deben renunciar o hacerles renunciar porque anulan la iniciativa y el espíritu renovador. Cumplen por cumplir. 3.- Organizador defensor.- Debe ser un gran organizador de las condiciones democráticas y un gran defensor de sus trabajadores, porque fue maestro y sabe cómo es. Los “patroncitos” o “representantes del Ministro de Educación” deben ser combatidos, porque es desalentador. Es patético ver un tirano o reyezuelo sin corona, vestido de harapos. El peor error de la gestión es desalentar a los integrantes de la institución, provocar en ellos, inseguridad y amargura. Y, ésta se da cuando el trabajador siente que su participación es estéril o es burlado, cuando no se cumplen los acuerdos y lo peor, cuando se hace lo contrario. Un buen Director, Subdirector o jefe, según el caso, participan en todo, están en todas y sobre todo, son conductores.

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