Por Carlos Villacorta V.
LO REAL MARAVILLOSO DE LA SELVA: Es una forma de narración donde se recrea lo mítico, legendario y la realidad. La fantasía y la realidad interactúan. La realidad aparenta fantasía y la fantasía aparenta realidad.
En el caso nuestro, la selva, podría decirse que es la recreación y exploración de nuestros mitos, leyendas y nuestra cosmovisión nativa con la realidad de nuestros pueblos y cultura amazónica. Buscando que lo puramente regionalista se universalice. Buenos ejemplos de lo que digo son Ciro Alegría, José María Arguedas, Arturo Hernández, Francisco Izquierdo Ríos y lo último que acabo de leer: Arturo Ríos Ramírez. Con sus “De Bellas y Brujos”. Dante Castro con su “Tierra de pistachos”.
Francisco Izquierdo Ríos, tiene una particularidad esencial frente a los demás: Su original forma de interactuar lo mítico y legendario con los conflictos sociales, lo regional con lo cósmico, lo misterioso con lo real. José María Arguedas por cierto en el mundo andino.
En Francisco Izquierdo, lo real maravilloso es la superioridad del conflicto social con respecto a las fuerzas misteriosas del bosque. Con el cual estoy absolutamente de acuerdo.
Esto indudablemente nos hace recordar que no puede haber literatura por literatura, selvismo por selvismo, andinismo por andinismo o costeñismo por costeñismo. Todo debe ser integrado en un solo torrente, respetando, cultivando e impulsando nuestra multiculturalidad, bajo el complejo marco de nuestra realidad socio-económica, también por resolver, donde nada es consustancial a la naturaleza humana, sino a los conflictos sociales.
Por lo expuesto, lo mítico y lo social, no pueden ser contradicciones antagónicas. Es lo que tiene que tener en cuenta toda opción cultural popular amazónica. El lenguaje no puede ser impedimento, ni mucho menos un dogmático y sectario pensamiento único, peor aún el falso final de la historia y las ideologías.
En lo real maravilloso selvático-cósmico deben abrirse los bosques y las flores, en intensas muyunas y remolinos de ideas para reafirmar y consolidar nuestra identidad cultural.
EN NUESTRA SELVA DEBEN EMPEZAR A ABRIRSE CAMINOS PARA DIFUNDIR SU RIQUEZA CULTURAL Y MATERIAL, CON EL ÁNIMO DE QUE SU PROPIA GENTE VALORE LO QUE TIENE, LO PROTEJA Y DESARROLLE. LO REAL MARAVILLOSO NO PUEDE SER AJENO A LO SOCIAL. TODOS LOS CENTROS CULTURALES DEBEN ARMAR UN SOLO FRENTE Y POTENCIAR LO NUESTRO.
Antonio Machado, para no ser muy regionalistas, nos ilustra a cabalidad lo que dijimos anteriormente, al final de su poema número XXI de su libro “Del camino” analizado por Angela y Pedro Fuentes, en la página 124 del libro “Guía para el análisis literario” que dice así:
“Dormirás muchas horas todavía
sobre la orilla vieja,
y encontrarás una mañana pura
amarrada tu barca a otra ribera.”
ES HORA ENTONCES DE ENCONTRAR LA OTRA ORILLA.
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