UNA NUEVA VISIÓN DEL PANDILLAJE JUVENIL

Por Carlos Villacorta V. Las pandillas, los pandilleros, no son “entes antisociales” ni “delincuentes juveniles” ni “jóvenes desadaptados”. Fundamentalmente son grupos sociales que no están de acuerdo con el sistema social que les toca vivir o que habitan, pues no los brinda la opción de desarrollarse como personas y menos la opción de vivir dignamente. Y, como consecuencia buscan sus pares, se agrupan y “resuelven” sus inquietudes, sus dudas: Porque cuando lo tenía –y lo siguen teniendo- no hubo nadie que los explique las cosas.

Entre ellos se acompañan. Porque cuando estuvieron solos ¿Quién los acompañó? Mirar así el problema, es el primer paso a resolverlo. Entendiendo además, estos jóvenes y niños están buscando una respuesta a sus problemas y, frente a su incapacidad de darse una respuesta y sobre todo soluciones, tienden a evadir su rol y buscar una forma de confrontación con lo que ellos consideran injusto. Es cuando aparecen sus diversas actitudes, emociones y respuestas, la mayoría llegando a los extremos de la rebeldía y finalmente a la delincuencia juvenil y la delincuencia propiamente dicha. Estos delincuentes juveniles, son ya los que captan, ponen reglas y códigos a los niños y jóvenes iniciados, para que éstos no se alejen fácilmente del grupo. Es bueno saber percibir esta diferencia para el tratamiento respectivo. También es bueno saber que la edad promedio de los pandilleros es de 12 a los 24 años de edad. En ese sentido, al escuchar a la Ministra de Justicia Rosario Fernández decir: "Hasta la fecha no hemos sabido enfocar el pandillaje de la manera más adecuada. Pero las experiencias enseñan, para encaminar los esfuerzos hacia una ruta distinta, que no es la de penalizar o castigar; sino la de prevenir, ayudar a corregir, formar y lograr que estos jóvenes puedan tener mejores posibilidades", quien recientemente inauguró el seminario internacional ¿Qué hacer con las pandillas?, organizado por la fundación Tierra de Hombres y la Asociación Ciudad Nuestra. Es un buen síntoma. Ojalá que no queden en palabras "El decreto legislativo 990 regula la legislación referente a lo que se conoce como pandillaje pernicioso y reúne medidas de protección, socioeducativas, definida en rangos de edad. Sin embargo, debemos trabajar en programas preventivos y rehabilitadores a fin de ayudar a solucionar este tipo de problemas", sostuvo.

Cifras según este ministerio:

1 El número de pandillas en el interior del país es de aproximadamente 233 y sus integrantes suman tres mil 491 jóvenes, de los cuales tres mil 115 son hombres y 376 son mujeres. 2 En Lima hay 169 pandillas y sus integrantes suman cinco mil 714, de los cuales cinco mil 428 son hombres y 286 son mujeres. Otros datos: El mes pasado (setiembre), Según revela el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (CONASEC), en las dos ciudades más importantes del país hay más de once mil jóvenes inmersos en el pandillaje y solo en Pamplona hay más de 2 mil……ahora se hacen llamar “tribus urbanas” que hoy ya suman un total de 370 identificadas en Lima y Callao por la Policía Nacional del Perú. ¡Ojo! Esta información sólo habla de Lima y Callao. (En un próximo documento le daremos los datos completos).