sábado, 25 de octubre de 2008
MEJORAR NUESTRAS FORMAS DE ESTUDIAR
Por Carlos Villacorta V.
¿CÓMO MEJORAR NUESTRAS FORMAS DE ESTUDIAR?
La situación de crisis actual en todos los sentidos, principalmente del rendimiento académico de nuestros alumnos, que obedece también a múltiples factores; es bueno ir repasando, sintetizando y sugiriendo alguna forma de estudio práctico que ayude a enfrentar esos problemas cotidianos. Cosas que generalmente hemos escuchado o sabemos pero que, no lo aplicamos.
Se piensa generalmente que el estudio es sólo una cuestión de entendimiento. No es así. El estudio es una actividad integral que involucra todo el cuerpo en íntima relación con la mente. Cuerpo y mente interactúan. Un buen ánimo y un cuerpo físicamente cuidado producen un gran estudiante y, si a esto lo agregamos un lugar adecuado, ni que hablar. Aquí algunas sugerencias fundamentales, para mejorar resultados:
1. Cuidado del cuerpo: Se refiere al buen estado físico, que, necesariamente nos da la ingesta de alimentos y vitaminas para el rendimiento intelectual, rica en fósforo y calcio. Bastante fruta con el estómago vacío, es decir antes de los otros alimentos. Dormir entre siete y nueve horas que es lo recomendable, y, sino puede esas horas, busque la calidad del sueño con la práctica de algún deporte en forma regular o permanente, sin necesidad de llegar al agotamiento y es muy aconsejable la práctica de ejercicios sencillos de relajamiento que contribuyan a reparar el cansancio.
2. Salud mental.- Es un aspecto generalmente olvidado o dejado de lado. El saber manejar, regular y controlar nuestra inteligencia emocional, concretando un buen nivel de autoestima, ahuyenta los complejos y prejuicios que nos proporciona un buen desarrollo y mantención de una actitud receptiva para curiosear el interés en aprender. Nos da buena voluntad. Además que nos ayuda en la tolerancia y comprensión de los demás. Es fundamental que te autopropongas una meta con claridad. Eso te ayudará también a conocerte y aceptarte de modo realista y marcarte nuevas metas y objetivos. Te ayudará para que asumas también con realismo tus equivocaciones y errores para corregirlos. Un paso importante es rodearse de compañeros y amigos estudiosos que contagien la motivación y el interés por los estudios.
3. Un ambiente adecuado al estudio.- La influencia del entorno de todas maneras importa. Es conveniente estudiar en un mismo sitio, donde no se haga otras actividades más que estudiar. Su familiaridad favorece a la concentración. En todo caso podemos adecuar un lugar a nuestras necesidades, que evite en lo posible los ruidos. Si hay posibilidades económicas, dotarnos de los muebles, materiales, oxigenación y temperatura a nuestra condición física. Si no, activa tu buena voluntad.
4. El método de estudio.- También es decisivo. Lo hará aburrido o interesante. Ordenado o desordenado. Aquí algunas técnicas, que si los aplicamos siempre ayudan:
• De lo más fácil y accesible a lo más difícil.
• De lo más simple a los más complicado.
• De lo concreto a lo abstracto.
• De lo cercano e inmediato a lo más remoto.
• De lo más conocido a lo menos conocido.
Si a esto lo agregamos lo siguiente:
• La organización de los materiales, cada cosa en su lugar.
• Distribución del tiempo de forma flexible de acuerdo a las circunstancias.
• Tener en cuenta las dificultades concretas de cada materia.
• Conocer nuestro ritmo personal de trabajo.
• Ser realista y aprender a valorar nuestra capacidad, para ponerle más tenacidad y voluntad.
5. Sugerencias al docente.- Seguramente si encuentras este documento lo leerás. Si eres un padre de familia, también. Falta muchas cosas, inclusive las técnicas de lectura que en otra oportunidad los abordaremos; por tanto no quiero perder la oportunidad de sugerirte algunas cosas referente a nuestros chicos, que sabemos y que también no lo aplicamos:
Es importante que consideres al alumno único e irrepetible; que necesita afecto y comprensión. Valorar todos sus esfuerzos, logros pequeños y grandes; dando siempre palabras de aliento y estar atento cuando empiece a descender su interés por el estudio.
Acercarse y conversar, aconsejando como un gran amigo o un hermano mayor, procurando que se sienta útil a los demás. Ayudándole a resolver sus inquietudes, su integración al grupo si tiene dificultades para hacerlo. Jamás se debe matar el entusiasmo con autoritarismo y amenazas. Una buena dosis de firmeza es necesaria algunas veces.
Recuerda que, a la mayoría de los niños, dentro de su pobreza, sólo les queda la ilusión y el entusiasmo. No los podemos quitar hasta eso.
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