SIETE PALMERAS. De Selva de Lambayeque (Parte 4)

Siete Palmeras (Parte 4) Al ingeniero Calderón, de Pronaturaleza, le llama la atención la presencia, según dice, de por lo menos dos especies del género Cinchona, comúnmente llamada cascarilla o quina (Cinchona sp). Dichos árboles son muy apreciados por su uso medicinal y que, al igual que el chachacomo (Escallonia myrtiloides), se encuentra en estado de conservación vulnerable. Pero la intervención humana de las últimas décadas ha puesto en peligro este frágil hábitat. Subimos a la camioneta y partimos en busca de palmeras. Hace pocos años, cuando el profesor Mario López-Mesones era director municipal en la zona, solía ver decenas de palmeras a ambos lados de la carretera. "He retornado al bosque montano y me siento profundamente afectado al ver que las palmeras andinas del género Ceroxylon latisectum han sido cortadas; también varios de los helechos arbóreos y los lanches, que son árboles centenarios y portentosos, propios de este ambiente". Por desgracia, ésta no es la única decepción del trayecto. Ni bien llegamos al abra Upaypitiq, el profesor se da cuenta de un sacrilegio. Militantes de un partido político acaban de arrasar la vegetación que rodeaba a una hermosa roca ovoide, para pintar en ella mensajes y estrellas a favor de su campaña municipal. Se nota que la devastación fue hecha apenas hace horas, quizá ayer. Éste era un hermoso lugar de descanso, donde silbaba el viento fresco y donde, a la sombra de la gran roca, podían verse peperonias, orquídeas, amarilláceas, helechos, musgo y hepáticas. Ya nada hay, sólo lemas políticos y tierra removida. Las palmeras que queríamos ver aparecen más abajo, como un grupo de mujeres indefensas y asustadas ante los hachazos de la deforestación. Están agrupadas en medio de un terreno que ya ha sido reclamado por la agricultura, y al que quizá en un mes los agricultores nómades le prendan fuego. Son las últimas palmeras a la vista. No hay más de siete.