sábado, 12 de septiembre de 2009

♣ GRAN MINERÍA Y CRISIS AMBIENTAL (Parte I)

GRAN MINERÍA Y CRISIS AMBIENTAL Enviado por: Dr. Ing. Cathy García* PARTE I “Para incentivar la inversión en el país, sucesivos gobiernos peruanos han revisado los códigos de minas y las leyes de impuestos a favor de las compañías mineras. Durante los 40’s y 50’s los gobiernos de turno permitieron a la Cerro de Pasco Cooper Corp. hacerse cargo de la ley publica de los lugares donde operaba así favoreciendo sus intereses inmediatos” (Goodsell Charles, 1974, 159, American Corporation and Peruvian Politics, Cambridge, Massachussets: Harvard University Press). “Te doy la concesión y tu arréglatelos con las comunidades” (Antonio Brack, Ministro del Medio Ambiente del Perú, Diario La Republica, 24 de setiembre del 2007). "Basta de burocracia y papeleo. Ese estudio de impacto ambiental debe estar aprobado para fin de semana...” (Discurso del Presidente García Pérez, Diario La Republica, 26 de octubre 2007)

Las tres citas descritas arriba sintetizan la causa principal de la crisis ambiental del Perú. Lo que es evidente son los síntomas (contaminación ambiental y deterioro de la salud) que requieren tratamientos o curas. El Perú camina hacia una profunda crisis ambiental que sino se controla a tiempo terminara en una explosión social. La facilidad con que se están otorgando concesiones mineras a compañías extranjeras y nacionales con un pobre record del manejo ambiental es como si una madre en desesperación entregara el cuidado de sus niños a un consumado violador. El desenfreno de entregar los recursos mineros del Perú a terceros no sobrepasa el 2% de las reservas probadas actualmente en explotación, eso significa que la gran minería seguirá siendo la industria del futuro. El gobierno ha creado el Ministerio del Medio Ambiente (MINAM), este ministerio sin embargo no es el encargado de regular la gestión ambiental de las minas (como debía ser) sino el Ministerio de Energía y Minas (MEM). El MEM es precisamente el que promueve la inversión minera, la causa principal de la contaminación ambiental en el Perú, actuando no solo como defensor del contaminador sino como su fiscal y juez (ente regulador) de la crisis ambiental. Como regulador, exige a las empresas el Estudio de Impacto Ambiental para inversionistas potenciales y un Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA) para las empresas en operación. Cada seis meses envía a un tercero (generalmente un contratista con buenas relaciones con la mina) para una inspección o auditoria. Allí termina la labor “reguladora” y "voluntaria" del MEM. El 2001 se crea el “Proyecto de Eliminación de Pasivos Ambientales”. Aparentemente el objetivo de este proyecto era determinar el numero de minas abandonadas del Perú y los riesgos inmediatos y potenciales a la salud y el medio ambiente. La ley anuncio “la rehabilitación total de las áreas afectadas”, sin embargo no se rehabilito ninguna de las 850 áreas contaminadas que fueron identificadas (lagos artificiales, relaves, socavones abiertos, aguas de mina con mercurio y arsénico, etc.). El papel aguanta todo. Ni EEUU o Inglaterra han logrado remediar hasta la fecha el 15% de sus minas abandonadas. El MME estima en mas de mil millones de dólares el monto necesario para limpiar las minas abandonadas e inactivas. El 2005 se aprueba la Ley de cierre de minas aplicable a todas la minas en operación pero se olvida de las 850 minas abandonadas o áreas contaminadas en abandono que ellos mismos han identificado. Hasta la fecha ninguna empresa en operación ha cumplido con someter su plan de cierre con las garantías financieras necesarias para el cierre (depósitos en efectivo, Bonds o cartas de crédito). Al final tendremos muchos Doe Runs, jugando el ajedrez con los trabajadores y la comunidad mientras el gobierno pone el café en el tablero. La minería es causante por lo menos de uno de estos desastres ambientales: 1) la descarga de aguas de minas activas y abandonadas, 2) el desbalance del ciclo del agua dentro de zonas hidrológicas regionales y locales, 3) polución del aire por emitir contaminantes tóxicos como el plomo, dióxido de carbono y materia particulada, 4) la erosión y depleción de nutrientes de los suelos generando cambios geoquímicas, 5) daños a la diversidad ecológica y la reducción de la población, 6) emisión del dióxido de carbono (CO2), oxido de nitrógeno (N2O), metano (CH4) y otros gases que contribuyen al cambio climático. Las aguas de las minas activas y abandonadas del Perú, en su gran mayoría, son descargadas a las fuentes hidrológicas sin ningún control y tratamiento. La composición química de las aguas mineras varia de mina a mina, pero lo común es observar una suspensión rojiza-marrón que nos indica la presencia de piritas de fierro los cuales en un tiempo prolongado en el agua se disuelven para convertirse en ácido sulfúrico. El agua acidico arrastra a otros metales como el cadmio, cobre, zinc y otros materiales que fluyen de la mina. Otro tipos de agua presente son las aguas salinas (cloratos o sulfatos) y las alcalinas. Algunas minas neutralizan las aguas acidicas por medio de bombeos pero eso solo puede ser para proteger sus maquinarias, una vez que cesa la operación del día, las aguas acidicas siguen su curso contaminador alcanzado algún rió o riachuelo. La gran cantidad de minas abandonadas, lagos artificiales conteniendo relaves y aguas ácidas, minas extranjeras y nacionales en operación sin control debido, ciudades en ruinas (La Oroya, Chulucanas, Cerro de Pasco) y otros esperando su turno (Cotabambas, Tintaya, etc.), ríos y lagos contaminados, mas de 100,000 personas utilizando mercurio y cianuro en minería informal sin control alguno, gente envenenada en masa con plomo y mercurio (La Oroya, Cerro de Pasco, Callao, Morococha, etc.) zonas urbanas de Lima con contaminación aguda del aire, cerca a un millón de personas sin agua y desagüé (solo en Lima) pese al gran anuncio del gobierno “agua para todos”, crisis general en la gestión de la basura, residuos sólidos y tóxicos en las centros urbanos (calles con visibles desechos humanos y de animales), playas con descargas de hospitales y desechos sólidos en el Callao y otras ciudades costeras, mar contaminado con residuos químicos de la industria pesquera, etc. El problema ambiental del Perú es grave y esta situación debe revertirse ahora. *Profesora. City University of New York. Setiembre 2009.

1 comentario:

  1. Llama poderosamente la atención el hecho de que la autora no encuentre ni un sólo caso de actuaciones responsables en la minería peruana; e igualmente el hecho de que, para ella, los gobiernos peruanos sin excepción aparecen como corruptos. Entiendo que esto sería la excepción del mundo.
    Simplificando; hay dos formas de conseguir la aplicación de buenas prácticas ambientales. Una es mediante duros castigos a quien infringe las leyes y, por supuesto, llevando a los más altos tribunales nacionales e internacionales a quienes promueven legislación corrupta (si es el caso). Otra es dando a conocer, premiando y favoreciendo a las acciones de la minería responsable. Me gustaría conocer también, en profundidad, de la pluma de la autora, las acciones de este segundo caso en Perú, y la conversión de pasivos ambientales en activos ambientales, que "existir existen". Pondría en evidencia su ecuanimidad.
    Agradecido.
    Rafael Fernández Rubio.
    Premio Rey Jaime I a la Protección del Medio Ambiente.

    ResponderEliminar