viernes, 18 de septiembre de 2009

♣ LA MINERÍA NOS ENVENENA CON EL CADMIO Y EL MANGANESO, ¿Y LAS AUTORIDADES?

AHORA QUE SE VA A QUINTUPLICAR LA INVERSIÓN MINERA EN EL PERÚ, Y, SIN NINGÚN CONTROL LA PRESENTE INFORMACIÓN ES FUNDAMENTAL, PARA RECORDAR A LAS AUTORIDADES QUE MUY BIEN LO SABEN Y TOMEN CARTAS EN EL ASUNTO Y RESGUARDAR LA SALUD DE NUESTROS PUEBLOS ORIGINARIOS Y CAMPESINOS EN GENERAL. Enviado por: Ing. CIP Francisco Martín López Ríos e Ing. CIP Hugo Pantoja Tapia, Servidores Profesionales de la Dirección Regional del SENAMHI-Lambayeque, a través de nuestro estimado amigo Mario López Mesones de Cayaltí-Lambayeque. LOS EFECTOS DEL CADMIO Y EL MANGANESO EN LA SALUD La agencia medioambiental de los EE.UU. (EPA) en su documento “Profile of the Fossil Fuel Electric Power Generation Industry”, considera al cadmio y al manganeso entre otros elementos, como sustancias químicas peligrosas. Como veremos seguidamente, aún hallándose éstos elementos en pequeñas cantidades, siempre son tóxicos y muy peligrosos para la salud humana, llegando alguno de ellos a ser considerado como agente cancerígeno; estando sus efectos documentados con estudios profesionales donde lógicamente las concentraciones son más elevadas. Así, siguiendo el esquema de la EPA, el cadmio y el manganeso están clasificados como elementos del grupo orgánico (que contienen átomos de carbono en su molécula); a continuación mencionaremos las patologías que generan cada uno de ellos. EL CADMIO Es un mineral que puede hallarse naturalmente combinado con otros elementos como el oxígeno, cloro o azufre, obteniéndose durante la producción de otros metales como el zinc, plomo y cobre; persistiendo este elemento en el medio ambiente con un potencial tóxico y bioacumulativo. El cadmio es tóxico y el envenenamiento se produce al inhalarlo o ingerirlo, con gran tendencia a formar complejos compuestos acuosos; siendo sus compuestos más importantes en la industria el cianuro, la amina y varios complejos de haluros. Por ello, como medida de seguridad se recomienda que las personas no se expongan por más de 8 horas a concentraciones mayores a 40 mg/m3 de cualquiera de sus compuestos del cadmio en el aire. Efectos agudos: la exposición respiratoria o ingesta masiva de altos niveles de cadmio produce irritación bronquial y pulmonar luego de un consumo agudo, náuseas, vómitos, diarreas, dolor abdominal, hipersalivación, dificultad para tragar y a largo plazo, una disminución de la función pulmonar. Pudiendo producir efectos hepáticos en mamíferos, peces, aves y reptiles, dependiendo del tiempo de exposición y persistencia de la contaminación. Efectos crónicos: la inhalación y la ingestión afecta al riñón produciendo proteinuria, disminución de la filtración urinaria y litiasis renal. También produce toxicidad respiratoria con bronquitis, bronquiolitis y enfisema. Efectos óseos: si la dosis acumulada aumenta, la avanzada intoxicación causa Hipercalcinuria, ligada a una alteración del metabolismo óseo, pudiendo producir Osteomalacia (fisuras óseas simétricas que aparecen sobretodo en el cuello del fémur). Y asociado a una alteración del metabolismo del calcio, afectando sobre todo a las mujeres, después de la menopausia, provocando dolores violentos en pelvis y miembros inferiores. Efectos reproductivos: hay evidencias de bajo peso y crecimiento intrauterino retardado (alteraciones genéticas, malformaciones cerebrales, craneofaciales y complicaciones en el embarazo y parto) después de la exposición materna al cadmio ya sea por vía digestiva, respiratoria o fototoxicidad; pudiendo la toxicidad crónica del cadmio producir disminución de la fertilidad. Neurotoxicidad: se ha hallado marcadores celulares precoces a nivel neuronal y se pudo comprobar que, frente a una exposición de cadmio, un tipo de marcador desciende en número, mientras otro tipo de marcador aumenta; ello nos orienta hacia que el cadmio está implicado de alguna forma en las vías neuronales. Hipertensión: se ha observado que tiene relación con la hipertensión arterial, originando enfermedades cardiacas. Riesgo de cáncer: diversos estudios han evidenciado un aumento en el riesgo, respecto al previsto, de padecer cáncer de pulmón después de la exposición respiratoria. Por otra parte, por la existencia de factores de confusión, el cadmio está catalogado como probable agente cancerígeno humano (cáncer de próstata y pulmón, sobretodo en fumadores, pues el tabaco dobla los valores de ingesta diarios). Los animales que ingieren alimentos o beben agua contaminada con cadmio, sufren de presión alta, se les reduce la concentración de hierro en la sangre y tienen enfermedades del hígado, sistema nervioso y en el cerebro. EL MANGANESO Efectos agudos: no hay información disponible y concluyente sobre los efectos en las personas. Efectos crónicos: ocasiona toxicidad neurológica (fatiga mental, letargia, dificultad para hablar, inexpresión facial, temblores y alteraciones mentales), derivando en mayores concentraciones y persistencia en la enfermedad de Parkinson, con efectos toxicológicos respiratorios (tos, bronquitis y neumonías). Efectos reproductivos: por inhalación produce impotencia y pérdida de la libido en los hombres expuestos profesionalmente. Riesgo de cáncer: no hay estudios respecto a su potencial cancerígeno.

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