LA EDUCACIÓN EN EL PERÚ 8. DEL TERCER MILITARISMO DE SÁNCHEZ CERRO AL INICIO DEL CUARTO MILITARISMO DE VELASCO

Por Carlos Villacorta V. Forjando la educación transformadora Surge el Tercer Militarismo que tiene dos partes: El Primero, con un Golpe de Estado en 1930, Sánchez Cerro se instala en el gobierno y combinando medidas populistas y la represión, (disuelve la C.G.T.P.) prepara las condiciones para su renuncia y posterior candidatura por la “Unión Revolucionaria” que sucede el 11 de octubre de 1931, dando paso a la Segunda Parte que es la legalización de la presidencia de Sánchez Cerro mediante las elecciones, que Haya de la Torre candidato perdedor, las declara fraudulentas, iniciando una lucha sangrienta por el poder. Siendo los hechos más destacados: El 7 de julio de 1932, los apristas encabezados por el “Búfalo” Barreto, toman el cuartel O’Donovan de la ciudad de Trujillo y se apoderan de la ciudad, la cual es recuperada violentamente por Sánchez Cerro y con el fusilamiento de cientos de personas en Chan Chan; incluida la muerte del “Búfalo” Barreto. Los apristas responden con el asesinato de Sánchez Cerro el 30 de abril de 1933 por el militante aprista Abelardo Mendoza Leyva. De inmediato el Congreso elige a su sucesor en la persona del General en Jefe de las Fuerzas Armadas Óscar R. Benavides, quien promulga la Ley de Amnistía General. Con el apoyo de la Misión Kemmerer integrado por profesionales estadounidenses llevan a cabo la “Reforma monetaria” e implementan el Banco Central de Reserva que sustituye a la leguiista que según algunos historiadores, es copia fiel del Banco Federal de Reserva de los EEUU. En 1935, sin embargo, pese a las marchas y contramarchas, recién se creó el Ministerio de Educación Pública. Las elecciones presidenciales de 1936 son anuladas, prolongándose el mandato de Óscar R. Benavides hasta 1939, fecha que culmina el Tercer Militarismo; con relativa calma de las luchas sociales. Se suceden luego dos gobiernos civiles. Manuel Prado Ugarteche (1939-1945); destacar que fue apoyado por el APRA y el “Partido comunista” considerándolo “burgués nacional progresista”. En 1943 da una intrascendente “Ley Orgánica de Educación Pública” impulsando la campaña de alfabetización. Le sucede Bustamante y Rivero (1945-1948), ungido a través del Frente Democrático Nacional, también apoyado por el APRA, pues consideraba que defendía la producción nacional. Destacar que el Congreso tenía mayoría aprista. Posteriormente Bustamante y Rivero y el APRA entran en contradicción por sus intereses particulares, por ejemplo el liberalismo del APRA (Se opone al voto de los analfabetos. Propone más concesiones a la I.P.C ‘International Petroleum Company’, etc,) y la actitud reformista de Bustamante, quien finalmente sufre el socavamiento político aprista, siendo el caso más destacable la insurrección aprista de 1948 porque concluyó con la toma del cuartel Real Felipe (Callao), aplastada por la misma decisión de los dirigentes apristas por temor al desborde popular, hecho que fue caldo de cultivo para el levantamiento del General Odría nuevamente desde Arequipa, derrocando a Bustamante y Rivero. Odría instaura un gobierno dictatorial, represivo y populista hasta 1956, con una economía basada en el liberalismo y para ello contrata una misión estadounidense dirigida por Klein y a Pedro Beltrán (Director del diario La Prensa) peruano él, para su difusión. Se implementa de esta manera una nueva fase de penetración del imperialismo estadounidense, convirtiéndose después de la Segunda Guerra Mundial, en nuestro único mentor: que, con su capital financiero (préstamos) e inversiones, hacen vivir a nuestra República un nuevo y engañoso “auge económico”, con la construcción de grandes obras públicas, complejos educativos, hospitales, etc. Pero como siempre, los más beneficiados son los que más tienen y los gobernantes de turno que generan nuevos ricos por un lado, y, por el otro lado, los sectores más pobres son excluidos y amordazados por la dictadura odriista, no pueden expresarse ni movilizarse. También EEUU, impulsa la fundación del Centro de Altos Estudios Militares (CAEM), como ente garantizador seguramente de sus inversiones y de su gente en el Perú. Tal como lo hizo el imperialismo inglés. Finalmente en 1956, aunque con afanes reeleccionistas, se produce otro hecho de trascendencia: Se consagra el sufragio femenino con la ley 12391. Desde entonces las mujeres acompañan a los hombres a elegir a sus verdugos cada 5 años. A quienes nos piden respetar como si fueran dioses, al margen de cualquier consideración moral. La educación, celestina siempre de los gobiernos de turno, después de un largo período estacionario, con Odría termina de estructurarse, cobra nuevo impulso en 1950 con la creación del “Fondo de Educación” y el “Plan de Educación”. Se da más importancia a la “Educación técnica” por necesidades de las inversiones capitalistas. El 17 de junio de 1956, después de más de 10 años de dictadura y represión se realizan las elecciones presidenciales, ganando nuevamente Manuel Prado Ugarteche (típico representante de la oligarquía) con los votos del APRA, quienes condicionaron el cogobierno, históricamente conocido como la convivencia, en medio de la extrema pobreza de la mayoría y el engañoso auge económico, que es el enriquecimiento de los de arriba. Iniciado el régimen, estallan huelgas en todos los frentes sindicales y populares, las cuales se desbordan aún más con el triunfo de la Revolución Cubana de 1959. En 1956, siendo Ministro de Educación Jorge Basadre, se llevo a cabo “El Inventario de la Realidad Educativa Nacional”. Dado a conocer en agosto del mismo año. Era la primera vez que se sabía que había más de un millón de niños sin aulas ni maestros. Condenados al servilismo. Como siempre, poco se hizo para resolverlo. El mismo año 1956 una Comisión de reforma de la Educación Secundaria, creó los Tres años de Estudios Generales y los dos años restantes, la famosa especialización en Ciencias o en Letras. –En 1969 se anuló esta modalidad porque no dio buenos resultados- El año 1960, con la motivación, reitero, del triunfo de la Revolución cubana, vendría luego el desborde de las luchas campesinas y América Latina se convierte en un polvorín, que EEUU se ve obligado a implantar su famoso programa económico-financiero llamado “La Alianza para el Progreso”, con 20 millones de dólares para la ejecución de reformas latinoamericanas, y contrarrestar el avance del ejemplo cubano. Ese mismo año Prado pretende elevar la “superioridad” de la educación docente y mediante decreto ley, convierte la Escuela Normal de Varones en universidad (La Cantuta hoy). También Prado eleva la voracidad del imperialismo yanqui, que ve crecer sus inversiones en nuestro país en 180%. El calamitoso régimen de la convivencia APRA-Oligarquía se balanceaba en el desgobierno, que tienen que recurrir al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas para reprimir el desborde popular. En estas condiciones se producen las elecciones de 1962, que dan como angustiante ganador al APRA: Haya de la Torre con 32.98%; contra Belaunde con 32.13% obligando a decidirse finalmente la presidencia en el Congreso. El CAEM, que venían formándose desde Odría con alto presupuesto e intensa preparación ideológica y doctrinaria yanqui, interrumpe el proceso de traspaso del gobierno, pretextando un fraude y da un nuevo golpe de Estado acaudillado por el General Ricardo Pérez Godoy anulando las elecciones. Increíblemente Fernando Belaunde Terry, candidato perdedor, autoproclamado “eminencia democrática” con toda su plancha presidencial, personalmente se acercan a palacio a saludar este nuevo golpe de Estado, de igual manera EEUU, muestra su complacencia con el golpe. Pérez Godoy en su corto mandato, sienta las bases para futuras reformas que frenen el avance organizativo de las masas populares en extrema pobreza principalmente campesinas: Crea el Instituto Nacional de Planificación, el Instituto de Reforma Agraria y Colonización (Adelantando algunas medidas en la Convención; centro de las movilizaciones campesinas), crea además el Banco de Fomento Agropecuario y su sucesor el General Nicolás Lindley promulga el Decreto Ley de Bases de la Reforma Agraria. En 1963, se convoca a nuevas elecciones generales. Obscenas alianzas configuran los politiqueros criollos, buscando el paraíso estatal y hacerse más ricos con el dinero de todos los peruanos sobre todo el que corresponde a los más pobres.: El APRA se alía con Odría (su ex verdugo) y forman el APRA-UNO; Acción Popular con la Democracia Cristiana. Son los principales. “Ganando” la contienda Belaunde Terry, que es la novedad frente al aprismo, pradismo y odriismo. Estos ganantes, “Conscientes” de la profunda crisis de la educación, deciden “preparar” mejor a nuestra docencia y en 1964 crean el “Centro de Altos Estudios Pedagógicos”, un CAEP, como una mueca del CAEM, pues lejos de mejorar la remuneración de los docentes, su capacitación y mejorar sus condiciones de trabajo, impulsan la ampliación y proliferación de universidades y Escuelas Normales sin ninguna planificación, dando como resultado, el crecimiento desmesurado de éstas y de maestros; extendiendo la crisis de la educación al magisterio universitario. Algunos estudiosos, a este período educativo le han denominado: “La política educativa del clientelaje”. La falta de atención a las necesidades básicas de la población se generaliza en todos los sectores, siendo los más afectados los campesinos, obreros, trabajadores públicos, maestros, niños, ancianos y mujeres que crecen en pobreza, hambre y miseria, mientras el poder enseña abundancia y derroche, y, como es natural se convulsiona el país, aparecen las guerrillas en el campo que son brutalmente reprimidas por las Fuerzas Armadas, con apoyo de los marines estadounidenses. La crisis estructural se agudiza, las reformas implementadas por Belaunde no dan resultados.”La Alianza para el Progreso” fracasa. Por ello los militares del CAEM, nuevamente interrumpen el proceso ante el fracaso de Belaunde. Que, por sus características, es el inicio del Cuarto Militarismo, con fraseología izquierdista. Nadie puede negar a estas alturas que la educación siempre es adecuada a las necesidades de los que tienen el poder económico.