La educación sexual, es materia importante dentro del campo escolar, para erradicar prejuicios y curiosidades morbosas que hacen cometer errores a nuestros adolescentes.
Pero, esta vez nos estamos ocupando de la pareja, principalmente de su vida sexual, porque, es común el rubor que causa al tratar estos temas, dada su mal tratamiento y erotización por los medios de comunicación. La presente nota, sobre el orgasmo simultáneo, es tema casi obligado, porque se cree que debe ser así necesariamente.
Sin embargo, la lectura y análisis del presente artículo, nos daá un mejor tratamiento al asunto:
El anhelado orgasmo simultáneo
El orgasmo coincidente puede ser muy placentero, pero no debe obsesionar a la pareja.
Cuando una pareja se comienza a conocer sexualmente, una de sus lógicas aspiraciones es la de conseguir el ansiado orgasmo concurrente, pero ¿qué tiene de especial dicha coincidencia?
Quizá una de las tantas respuestas sea el poder disfrutar de una sensación de bienestar extrema, amenizada mental y emocionalmente por saber que ese momento cumbre de placer, se ha hecho en realidad, más aún cuando se es conciente que el orgasmo de una mujer y un hombre no tienen el mismo tiempo de duración, ni funcionan de la misma forma.
Esa suma de erotismos que conlleva a que en un determinado instante ambos llegan al clímax al mismo tiempo, y la evidencia de que tanto uno como el otro están disfrutando, excita aún más, considerando inclusive que tras esa explosión de la pasión, viene una agradabilísima calma donde ambos seres se pueden regocijar.
El inconveniente de este orgasmo compartido radica en la obsesión por sincronizar, que no es fácil las primeras veces. La mayoría de las mujeres tienen orgasmos de naturaleza clitorídea y no vaginal, lo que complica un poco las cosas. Las posturas que permiten el roce del clítoris con la pareja son muy favorables para obtener este orgasmo, o aquellas en las que la estimulación manual de ella sea posible con la ayuda de uno u otro, sin dejar de lado la práctica sexual habitual.
No vale fingir
Más allá de los cantos unísonos, es importante pasarlo bien, no hacer matemáticas. Cuando salga, saldrá. Fingir y escenificar para ayudar al otro no es una buena idea. La sinceridad en estos casos es vital y trascendente.
También se puede plantear llegar al orgasmo simultáneo a través de otras técnicas amatorias. Cada pareja encontrará su método, no hay una fórmula mágica para el orgasmo coincidente. Obsesionarse con alcanzarlo puede ser perjudicial.
Lo que si funciona muy bien es procurar dar a tu pareja el mismo placer que te brinda, y pensar en el disfrute de los dos, más que en el propio. No hay que considerarse mal amante. Si no todos los orgasmos son coincidentes, después de todo, el que no ocurra a la vez tiene su gracia y su encanto.
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