sábado, 1 de noviembre de 2008

LA POLITIZACIÓN DE LOS MAESTROS Y LOS ESTUDIANTES

Por Carlos Villacorta V. La sociedad peruana y el mundo nos imponen un reto: Saber interpretarla, entenderla para transformarla. Las instituciones educativas, la familia y la vida política son los principales medios para ello, construyendo los núcleos organizadores, los centros de debate y los centros de difusión.
Dentro de esta actitud y plenitud cualitativa ¿Se exigirá mucho a los maestros? ¡Claro que no! Es la función vital y actual a cumplirse: la transformación. Donde ha de suprimirse la mediocridad y afloren la firme decisión y politización a riesgo de transgredir los códigos y cánones del sistema, sus costumbres y leyes, sus políticas educativas que, sin ninguna consideración surgen de los libros e informes extranjeros y oficinas de sus representantes para mantener el estado de cosas. Estos “políticos” son los que dicen que la educación y los maestros deben estar alejados de la política, pero, escogen sólo a algunos excluyendo a la gran mayoría. Para contrarrestar esta situación poco justa, la politización del maestro constituye el factor fundamental, sólo así el tiempo será necesario, la vida tendrá un fin, las dificultades fáciles barridas y el maestro estará cumpliendo su auténtico rol. Sin olvidar jamás que, el maestro tiene el rol también de aprendiz. En el tipo de sociedad que vivimos, es importante y fundamental la politización del maestro y adquiera una actitud partidista, en el sentido de la mayor eficacia en el trabajo pedagógico a favor del pueblo, en el sentido del cambio de mentalidad y en el sentido del cambio social estructural, cuestionando el tipo de política que se desarrolla y, abogando por una pedagogía y ética política, tarea que nunca debe dejarla pretextando el bajo salario.
La politización franca anula la doble moral. Esto debe alcanzar inclusive a las diversas iglesias religiosas, que hacen política y dicen que no.
Estoy mirando las contorsiones y mal gesto de la mediocridad y los defensores gratuitos y pagados del sistema, concientes e inconcientes, cuando leen la palabra politización o cambio social estructural; su enfurecimiento, su tono y gesto burlón, porque estoy invadiendo sus intereses de “clase política” del cual se sienten dueños. Sólo ellos quieren hacer política. Pero si hablan de “una educación para la vida” ¿Acaso la vida política está ausente en la vida de los escolares? ¡Claro que no! Estoy completamente seguro que si los estudiantes y a través de la educación analizan y evalúan el tipo de política que vivimos lo cuestionarían y exigirían una mejor que sirva realmente a todos. Increiblemente también nos hablan que "la política es cosa de adultos" confundieno gobernar un país con análisis político que sí nos ayuda a gobernar nuestra vida. El niño vive en una sociedad determinada, nada le es ajeno y debe analizarlo todo de acuerdo a su madurez. Eso es su politización y eso es su educación para la vida. Sólo con los estudiantes imbuidos de una política sana, fresca y moral estaremos asegurando un buen futuro y una sociedad también de la misma forma. La politización de los maestros y los estudiantes es un prejuicio que hay que derrotar con política buena y honesta. Sólo los políticos así tienen que aceptar esta propuesta.

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