
Dijo además que “los premios concedidos a los escritores consolidados no significan nada porque son un juego irrelevante”. Lo dice alguien con la autoridad de haber ganado el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2006.
También expresó que, uno de los principales problemas que deben enfrentar los escritores jóvenes y desconocidos son los editores, “al no querer publicar tu obra”.
Reiteró que “De lo que se trata es de impulsar a los escritores jóvenes, a los que no tienen ni para comer”.
A juicio del novelista estadounidense, originario de Newark, Nueva Jersey, un escritor realmente no necesita de las etiquetas que le confieren los galardones, sino alentar su futuro narrativo y que sus obras sean publicadas.
Esa es una de las razones por las que Auster procura ayudar a los escritores jóvenes a conseguir editoriales pequeñas. Al respecto, recordó que muchos de los libros que se leen en la actualidad fueron ignorados por los editores y la crítica cuando se escribieron.
El intelectual, una de las voces de la literatura estadounidense más respetadas, ha criticado en varias ocasiones el rumbo que Bush imprimió a Estados Unidos durante sus dos mandatos.
Auster lamentó, no obstante, que en su país los intelectuales no tengan voz.
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